El director general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha anunciado la publicación de el primer informe mundial sobre el estado de salud de las personas refugiadas o inmigrantes.
Actualmente, una de cada ocho personas es inmigrante o refugiado, de esta cifra se espera un aumento considerable en los próximos meses, debido a los conflictos que se están viviendo a nivel mundial, y que agravan la situación de pobreza. Otras razones por las que se contempla un aumento en las cifras son el cambio climático, y las emergencias de salud pública, como la pandemia de Coronavirus.
El informe alerta de que estas personas se encuentran en una situación de vulnerabilidad y tienen peor salud y condiciones que la población del país de acogida. Tedros, ha esclarecido que se trata de una situación difícil que va ha dificultar que se alcancen los Objetivos de Desarrollo Sostenible relacionados con la salud de estos grupos de población.
El informe se ha presentado a modo de 'alerta' ante esta situación. Además, reafirma que la experiencia de la migración y el desplazamiento determina en gran medida la salud y el bienestar de las personas, sobre todo cuando se combina con otros factores, como el elevado número de accidentes laborales que tiene este colectivo por las pésimas condiciones que se le brindan.
Por otro lado, el informe pone de manifiesto "importantes carencias" en los datos y los sistemas de información sobre la salud de los refugiados y inmigrantes, si bien hay una gran cantidad de datos y pruebas, estos están fragmentados y no permiten hacer comparaciones entre países y a lo largo del tiempo.
Dicho documento recoge también buenas prácticas que los gobiernos pueden llevar a cabo, para paliar la situación emergente.