El ministro de Finanzas griego, Yanis Varufakis, aseguró que Grecia ya ha traspasado "muchas líneas rojas" y "ha retirado muchas promesas electorales", porque tenía "el gran deseo de llegar a un acuerdo" con las instituciones.
Varufakis se refirió así, en una entrevista concedida a la televisión alemana Deutsche Welle, difundida por la cadena en Atenas, a la propuesta de acuerdo de 47 páginas que el Gobierno griego ha presentado a las instituciones, acreedoras, Comisión Europea (CE), Banco Central Europeo (BCE) y Fondo Monetario Internacionl (FMI).
Afirmó que el Ejecutivo de Alexis Tsipras busca un pacto que conduzca a la superación de la crisis "de una vez por todas", aunque recalcó que no firmará un plan que no sea viable y que implique seguir el camino de los gobiernos anteriores que "hacían sugerencias y promesas sabiendo que no las iban a poder cumplir".
El ministro de Finanzas describió las actuales conversaciones como "una renegociación de un contrato de préstamo de cinco años que no era sostenible", y apuntó que la propuesta presentada por los socios es la que se hace "cuando uno no quiere un acuerdo".
El propio Tsipras tras una reunión con el presidente de la CE, Jean-Claude Juncker, el miércoles pasado, aseguró que las demandas de los acreedores eran inaceptables, pues exigían una subida del IVA sobre la factura de la luz de diez puntos porcentuales y el recorte de las pensiones para los jubilados con menores ingresos.
Durante un discurso ayer en el Parlamento, al que acudió para informar sobre la marcha de las negociaciones, Tsipras insistió en que su Ejecutivo quiere una "solución integral" que también resuelva la cuestión de la deuda y aseguró que la propuesta griega constituye una "base realista" para llegar a un acuerdo.
En referencia a una posible salida de Grecia del euro si las negociaciones fracasan, Varufakis indicó que eso deben responderlo las instituciones, pues el Gobierno griego ha hecho "todo lo posible" para que no suceda.
Sobre la agrupación de todos el pagos al FMI que Grecia debía hacer en junio para finales de este mes, el ministro subrayó que el país ha demostrado en los últimos cuatro meses que tiene liquidez suficiente para pagar sus obligaciones, pero recalcó que esto "no puede continuar siempre".
Varios miembros del Gobierno declararon ayer, fecha en la que vencía la primera devolución de 305 millones de euros al Fondo, que la decisión de no pagar fue política, ya que se contaba con el dinero.
Preguntado por qué Grecia no tiene la voluntad de seguir aplicando reformas, como han hecho otros países como España, Portugal e Irlanda, Varufakis defendió que las medidas que emprendió Atenas han sido mucho más duras.
Dijo que mientras otros países han perdido "un 1%, un 2% o un 3% del PIB, Grecia ha perdido un 25%", por lo que no puede haber las mismas reglas para todos. "La pelota está ahora en el otro lado", dijo el portavoz del Gobierno, Gavriil Sakellaridis, en un articulado publicado en el diario Efimerida ton Syntakton.
Sakelaridis remarcó que el pacto "es posible a condición de que haya la voluntad política de un acuerdo que dé una solución real y no insista en el punto muerto que supone el memorando (programa de rescate)".
Aseguró que el Gobierno griego "se ha comprometido a llegar a un acuerdo, pero en ningún caso está dispuesto a capitular y a aceptar la continuación de las políticas que durante cinco años han destruido la economía griega".