Un devastador temporal, el más grave en Alemania en lo que va de siglo, azotó el oeste del país y dejó al menos 50 muertos en apenas 24 horas, mientras los equipos de salvamento buscan a decenas de desaparecidos.
Las imágenes de ciudadanos subidos al tejado de sus casas, a la espera del rescate, o el hallazgo de más y más fallecidos atrapados en sótanos o al tratar de ponerse a salvo sacudieron este jueves al país.
Las regiones más afectadas están entre las más densamente pobladas del país -el "Land" de Renania del Norte-Westfalia, con 18 millones de habitantes, y el vecino de Renania Palatinado-. Parte de su territorio fue en el pasado zona minera, por lo que su subsuelo sigue cruzado por pozos abandonados y propensos a inundarse.
En ambos estados federados están acostumbrados a hacer frente a esas situaciones. Pero la rapidez con que ahora quedaron anegadas carreteras, extrarradios y cascos urbanos, así como el caudal adquirido por sus ríos ha desbordado las previsiones.
El tráfico rodado quedó cortado, lo mismo que las conexiones ferroviarias, tanto en esas región como desde éstas hacia Berlín y el sur del país.
La canciller alemana, Angela Merkel, garantizó "todo el apoyo" a los afectados. En una declaración desde Washington, donde llegó en el que previsiblemente será su último viaje como canciller a su aliado transatlántico.