Al menos 38 personas murieron hoy, entre ellas tres menores y dos mujeres, por disparos del ejército y las fuerzas de seguridad en distintas provincias de Siria, informaron los opositores Comités de Coordinación Local.
El grupo precisó que catorce personas fallecieron en Homs (centro), otras catorce en Deraa (sur), siete en Idleb (norte), dos en Zabadani, cerca de Damasco, y una en Dir Zur.
Los Comités destacaron que siete de los muertos en Deraa son militares desertores que protegían a los residentes de la localidad de Kafr Shams, donde el ejército irrumpió hoy.
También se desarrollaron enfrentamientos entre las fuerzas armadas y soldados desertores en la zona de Yabal Zauya, fronteriza con Turquía y situada en la provincia de Idleb.
De hecho, los Comités subrayaron que dos de las víctimas en Idleb son militares disidentes y agregaron que las fuerzas armadas emplean artillería y disparan con armas automáticas contra viviendas de civiles.
Además, un hombre de 80 años, tío del jefe del denominado "Ejército Sirio Libre", el coronel desertor Riyad al Asad, perdió la vida en esa región por un disparo en la cabeza.
Los Comités añadieron que Al Zabadani está siendo bombardeada por los seguidores del presidente sirio, Bachar al Asad, que asedian la localidad.
Estas informaciones no han podido ser confirmadas de forma independiente, debido a las restricciones impuestas por las autoridades sirias a los periodistas y las organizaciones internacionales para trabajar.
Más de 5.000 personas han muerto por la represión en Siria, entre ellas más de 300 menores, desde el inicio de las protestas antigubernamentales a mediados de marzo pasado, según los últimos datos de la ONU.
El grupo de contacto de la Liga Árabe sobre Siria propuso hoy en Doha pedir al Consejo de Seguridad de la ONU que adopte su plan para dar una salida a la crisis que vive este país, pero antes los ministros de Exteriores árabes tendrán que dar antes su visto bueno en una reunión el próximo miércoles.
La iniciativa árabe estipula, entre otras medidas, el fin de la violencia y el envío de observadores sobre el terreno.