El presidente de Repsol YPF, Antonio Brufau, lo ha dejado claro. "Sin duda" el gran hallazgo de hidrocarburos no convencionales en Vaca Muerta "está detrás" de la decisión del Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner de expropiar un 51% de la petrolera. El pasado año, Repsol anunció el descubrimiento de hidrocarburos no convencionales en el yacimiento de Vaca Muerta (oeste), donde ya ha producido más de 700.000 barriles equivalentes de petróleo no convencional. "Alguien tiene que explicar por qué el administrador piensa que somos los culpables de todo lo que le pasa a Argentina, de su crisis energética, y por qué se nos somete a una vil expropiación", afirmó el presidente de la petrolera en una rueda de prensa.
El presidente de Repsol señaló que "más de la mitad" del discurso de Kirchner acerca de la expropiación giró en torno a Vaca Muerta, cuyo valor es de entre 13.000 y 14.000 millones de dólares. La petrolera no incluye esta cuantificación en los 10.500 millones que reclamará al Estado por el 57% expropiado. Pero es una apuesta a futuro que requerirá de un inversión mínima de unos 25.000 millones de dólares anuales durante una década, dinero y tiempo que una Argentina con serios problemas de abastecimiento energético no tiene ahora. De hecho, el año pasado Argentina importó combustibles por unos 10.000 millones de dólares, lo que sacudió su balanza comercial. El Gobierno de Cristina Fernández responsabiliza a la compañía de la bajada en la producción por falta de inversión, aunque YPF sostiene que en 2011 realizó inversiones récord por 13.300 millones de pesos (3.022,7 millones de dólares), un 50 % más que en 2010, y pagó impuestos por 28.000 millones de pesos (6.363,6 millones de dólares), también una marca histórica.
Brufau recordó que en 2010 la presidenta argentina se mostraba "extraordinariamente feliz por las inversiones de YPF en el país y por que fuera el mayor contribuyente". En noviembre, el representante del Gobierno en el directorio de la filial anunció que el Estado votaba contra el dividendo, pero "estaba de acuerdo con la actividad que se estaba desarrollando".
"Ahora, el señor De Vido (Julio de Vido, ministro argentino de Planificación) debe de estar disfrutando sentado en mi silla, imaginándose cosas", aseguró Brufau.
En las últimas semanas, con la ofensiva del Gobierno de Cristina Fernández, ha perdido una quincena de licencias en seis de las diez provincias petroleras del país.