El Ayuntamiento de Madrid aumentará en 2017 los controles de velocidad con radares móviles. El Consistorio prevé realizar 1.600 controles aleatorios por las calles de Madrid, casi un 7 por ciento más que este año. Según un documento municipal, se colocarán en lugares de alta siniestralidad o de importancia para la seguridad vial.
La elección de esos puntos de vigilancia prioritaria se realiza siguiendo criterios de peligrosidad y siniestralidad de la vía, es decir, en función del número de accidentes con víctimas mortales y heridos que se han producido en esas calles, según el área de Movilidad. También se escogen vías donde se suelen alcanzar velocidades superiores a las permitidas por la normativa municipal (entre 30 y 50 km/h, según la vía).
La vigilancia será mayor en "situados de alta ocupación peatonal", con especial atención a las proximidades de colegios, centros comerciales u hospitales; y en puntos que acumulan quejas de vecinos. Vías rápidas con controles aleatorios Los detectores móviles de velocidad se van desplazando de forma aleatoria por la ciudad.
Entre las avenidas de la capital donde más actúan están el Paseo de la Castellana (principalmente, a la altura de las Cuatro Torres, Cuzco y Nuevos Ministerios), el cruce entre el túnel de Bailén y la Cuesta de San Vicente, y los bulevares y rondas alrededor del distrito Centro (en avenidas como Doctor Esquerdo, Ronda de Toledo o General Martínez Campos).
También suelen situarse en otras vías rápidas, como Méndez Álvaro, la Avenida Complutense, García Noblejas y Paseo de Extremadura, según fuentes policiales. Pero los radares móviles no son los únicos preparados para cazar al conductor infractor. De hecho, son los dispositivos fijos los que más multan.
Entre estos últimos, los más sancionadores están en el Paseo de Extremadura y la M-30. Además, la el consistorio también está potenciando el control de los vehículos que se saltan los semáforos en rojo: actualmente hay ya 35 semáforos con cámaras que fotografían al coche infractor.