En unos días termina la primera promoción de una escuela de cocina muy particular. Durante 4 meses, jóvenes sin gran experiencia en los fogones se someten a un curso intensivo que les forma para empezar a trabajar como cocineros profesionales. Muchos de ellos tienen beca y salen con trabajo asegurado.
Cocinan su futuro a fuego lento. Estos jóvenes han cambiado un destino incierto por la cocina de alto nivel. En la clase de hoy, su maestro y chef Roberto Velázquez, les enseña a limpiar un solomillo y a hacer un steak tartar.
Estos jóvenes aprendices de cocina son los primeros alumnos, todos con beca, de una innovadora escuela de cocina y hostelería.
A un ritmo exigente, en cuatro meses adquieren formación como cocineros o camareros y tienen asegurado un trabajo después. Pueden tener experiencia previa o no en cocina, pero sobre todo buscan al cocinero vocacional.
Son pioneros de esta experiencia piloto que termina su primera promoción el 28 de abril.
Los que optan por la formación en sala, aprenden desde como elaborar un buen cócktail a la manera más profesional de servir una mesa.
En septiembre comenzará la segunda edición de esta singular escuela de cocina.
No solo habrá formación para cocina y sala, también comenzarán cursos más breves de camarero de barra y hostess.