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Decenas de aves mueren en una laguna contaminada en Arganda
Decenas de aves mueren en una laguna contaminada situada en el Paraje de Boca Alta, en el parque regional del Sureste, a escasos kilómetros de Arganda del Rey. La Comunidad de Madrid "compró hace dos años" esa laguna "con la finalidad de restaurar y eliminar" un vertido de aceites industriales.
En declaraciones a Europa Press Televisión, el secretario general de la sección sindical de los Agentes Forestales de UGT, Antonio Lucas, ha denunciado que "siguen apareciendo aves muertas" debido a esos residuos tóxicos que una empresa "que ya no existe" vertió "a principios de los 90 o finales de los 80" y, desde entonces, "han estado ahí acumulados".
Se trata de una zona, según Lucas, que tiene "cantidad de humedales protegidos" que son "fundamentales" para la protección de aves acuáticas. "Es un hábitat muy delicado que requiere una protección especial", ha explicado este agente forestal. Además, en los alrededores hay "lagunas limpias" y muchas aves van a parar a la laguna sucia y "quedan atrapadas".
Según Lucas, "no hay una estimación clara" de las aves que pueden morir como consecuencia de este vertido, pero sí han estimado "que puede morir un ave o dos a la semana" en este espacio natural protegido. Además de las aves, la ribera de la laguna está salpicada de bidones de productos químicos.
Además del impacto para la fauna de la zona, este vertido que "lleva años estancado" podría "estar en contacto con el agua de los acuíferos"; ya que esa laguna "era una antigua extracción de áridos" por lo que en su excavación se habría llegado "a su nivel freático". Aunque, según ha precisado Lucas, esto "lo tendrán que determinar los técnicos".
La prevención y la limpieza de este terreno "corresponde a la consejería de Medio Ambiente del gobierno regional" y los agentes forestales, como empleados públicos, "tienen la función de recogida de fauna herida". Por eso, cuando hay animales heridos "los recogen y los trasladan a un centro de recuperación de fauna protegida de la comunidad de Madrid", aunque algunos vecinos también participan en esta labor. Este jueves, la Comunidad de Madrid cerró el paraje, algo que según Lucas podría deberse al hecho "de salir todo el tema en prensa".
Por último, Lucas ha asegurado que esperan que "se restaure y se acabe con la mortalidad de la fauna", así como que se llegue a prevenir "lo que puede ser una posible toxicidad de los acuíferos".
LA RECUPERACIÓN "ES COMPLEJA"
El vicepresidente y portavoz regional, Ignacio González, ha asegurado este jueves que el Gobierno regional "intenta" recuperar la Laguna del paraje Boca Alta aunque ha precisado que la situación en ese enclave "es compleja".
El portavoz regional se ha referido de esta forma en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno sobre el estado actual de la laguna, y ha insistido en que el Ejecutivo autonómico asumió hace años el control de dicha Laguna para "recuperarla" y "ver qué es lo que pasaba en ella, los problemas que tenía, qué tipo de contaminantes y cómo se podía recuperar".
En este sentido, ha afirmado que se han hecho "otro tipo de actividades y análisis" y que se sigue trabajando en este asunto, sin embargo, éste "no es fácil de abordar".
"Al parecer, según los informes de los técnicos, la situación es bastante compleja y según los datos que tenemos nosotros son más de 200.0000 las aves que sobrevuelan la laguna en un año y, desgraciadamente, es posible que en algunos casos alguna haya podido caer y fallecer", ha concluido.
LA 'LAGUNA CHERNÓBIL'
El deterioro de la conocida como 'laguna Chernóbil' tiene su origen en los vertidos de hidrocarburos y otros materiales generados desde 1989 por las empresas Aceites Uribarri y PIQSA. Según han informado a Europa Press fuentes de la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, estas empresas quebraron y sus dueños no se responsabilizaron del terreno, el propietario murió y el humedal pasó a manos de la Agencia Tributaria.
El terreno salió a subasta y lo adquirió otra empresa, que finalmente no tomó posesión del mismo al observar el estado en el que se encontraba. "La Comunidad, detectado el foco de contaminación, en un ejercicio de responsabilidad, adquirió la parcela por valor de 50.000 euros, con el objetivo de restaurar la zona", han señalado desde el departamento que dirige Ana Isabel Mariño.
Desde entonces la Comunidad está haciendo un trabajo de análisis de líquidos de forma muy heterogénea que se esparcen en forma de chapapote en una superficie de 60.000 metros cúbicos. Estos trabajos aún no han finalizado.
Lo que sí se ha terminado es un estudio sobre lo que supondría recuperar esta zona. Así, se estima que costaría 20 millones de euros. Por ello, en septiembre de 2009 la Comunidad solicitó fondos 'Life' a la Unión Europea, que finalmente no concedió la ayuda. No obstante, volvieron a solicitarla a finales de 2010 y aún no ha habido resolución.
Igualmente, la Consejería ha preparado un proyecto para descontaminar la zona por fases. Así, está prevista la construcción de una instalación de tratamiento de residuos pegado a la orilla de la laguna. Posteriormente, se tratarían esos residuos líquidos en la propia parcela creando un terreno controlado. Además, se impermeabilizarían los suelos, de desecarían los líquidos y crearía un vertedero controlado para tratar de forma adecuada y técnica la zona.
Por otro lado, la Consejería de Medio Ambiente ha explicado que en la zona siguen muriendo aves por las dificultades encontradas en los distintos planes para intentar evitarlo. Así, ha recordado que los técnicos han instalado distintos tipos de mallas para evitar que las aves se posen en la balsa con chapapote. También ha fracasado la instalación de ahuyentadores acústicos porque, aunque disuadían a algunos pájaros, atraían a otros.
"La Comunidad ha sido la única Administración que ha actuado en el lugar. Pero hay que tener en cuanta que el tratamiento es muy complejo técnica y ambientalmente, no se soluciona rápidamente y el gasto es importante", han indicado las mismas fuentes, que prevén que la zona quede totalmente rehabilitada en cinco o seis años.