La Policía Nacional ha detenido en Madrid al presunto autor de la violación de una joven británica que se encontraba de vacaciones en Palma de Mallorca en septiembre del año pasado, unos hechos que la víctima denunció en Londres pocos días después.
La joven relató lo ocurrido a las autoridades policiales británicas, a las que también aportó la localización del domicilio en el que sufrió la agresión sexual, así como datos sobre el interior del inmueble y la identificación del presunto autor, informa la Dirección General de la Policía.
Según el testimonio de la mujer, el presunto agresor le manifestó en un primer momento que solo quería entablar una relación de amistad pero tras acompañarle a casa de sus padres fue agredida sexual y físicamente en repetidas ocasiones.
Después la víctima abandonó la vivienda y le contó lo sucedido a una amiga que estaba en el Reino Unido, donde días después se formuló la denuncia.
Con la información que aportó la joven, Interpol trasladó la investigación a los agentes de la Unidad de Atención a Familia y Mujer (UFAM) de la Policía Nacional, quienes practicaron las primeras gestiones para localizar al responsable de los hechos.
El primer paso era ubicar el domicilio de Palma de Mallorca en el que supuestamente se produjo la violación y donde podría encontrarse el sospechoso.
Los agentes creían que se trataba de un inmueble en alquiler y al revisar las fotos de un anuncio en internet constataron que coincidía con la detallada descripción que la víctima había aportado en su denuncia.
Tras contactar por teléfono con el número que figuraba en el anuncio la llamada fue atendida por un hombre que se identificó con el mismo nombre que había facilitado la joven británica, además de presentarse como el hijo de los propietarios de la vivienda.
Con todos esos indicios los investigadores procedieron a la identificación completa del presunto autor de los hechos, al que la víctima reconoció pese a que había cambiado de forma notable su apariencia física.
Para culminar la investigación los agentes solicitaron a las autoridades británicas la declaración como testigo de la amiga a la que la víctima relató los hechos poco después de sufrir la agresión sexual y la mujer ratificó su versión de lo ocurrido.
Después de un año de investigación la Policía estableció un dispositivo para localizar y detener al presunto agresor en Madrid, donde alternaba su residencia con Palma de Mallorca.