La abuela de la niña dominicana supuestamente asesinada junto a su madre por el novio de ésta tiene "toda la rabia del mundo, tanto por el asesino confeso como por el juzgado de plaza de Castilla que atendió y lo pudo evitar", ya que ella puso una denuncia en enero contra él que se archivó.
Leonarda Sánchez ha explicado en una rueda de prensa junto a varios allegados cómo han transcurrido los acontecimientos desde que ella puso una denuncia contra Raúl A.R. en los juzgados de Plaza de Castilla el pasado 16 de enero por maltratar a su nieta Algelys, de 9 años, y a la madre de esta, Adolfina, de 32, así como por amenazarla a ella misma.
La abuela tuvo que denunciar luego, el 1 de julio, la desaparición de ambas, e insistió ante la Policía en que las buscaran porque temía que Raúl les hubiera hecho daño. Mientras, en agosto volvió a los juzgados para saber cómo iba la denuncia de enero y le dijeron que "se había archivado porque era ilegible", por lo que interpuso otra.
Los allegados de las mujeres fallecidas han mostrado ambas denuncias, la primera escrita a mano por la abuela, con sello de entrada en los juzgados. La segunda tiene la letra de una funcionaria y el mismo sello.
Cuando la Policía le comunicó el lunes que había detenido a Raúl como "asesino confeso" de ambas y que buscaba los cadáveres, Leonarda no pudo contener su rabia y desde entonces pide "que se siga indagando el crimen, para que no quede impune" y "que se haga justicia", para lo que estudia emprender acciones legales.
"Tengo mucha rabia y dolor; tengo toda la rabia del mundo que puede tener un ser humano, tanto por el asesino confeso como por el juzgado de Plaza de Castilla que no atendió y pudo evitarlo", ha dicho a la prensa entre lágrimas, incidiendo en que quiere "que caiga todo el peso de la ley en Raúl y en el juzgado".
Ha asegurado que se ha sentido sola durante meses tanto por parte del juzgado como de la Policía, que según ha relatado le colgaba el teléfono y no le daba explicaciones de su investigación.
"QUE CAIGA TODO EL PESO DE LEY”
El portavoz de la familia, Julio Ángel Guevara, ha ahondado en esta idea y ha dicho que los familiares quieren "que caiga todo el peso de ley tanto a él, por maltratador, y también por una discriminación por las condiciones de movilidad de Leonarda, que está enferma, y porque quizás es una persona de color y no se le dio la atención y orientación posible".
El portavoz familiar ha puesto como ejemplo que el piso en el que vivían Adolfina y Algelys con el presunto agresor fue registrado por las presiones de la abuela, mientras un allegado de la familia ha asegurado este registro fue "irrisorio, un cachondeo", porque tuvieron que derribar la puerta de la habitación de ellas a patadas.
Allí encontraron la maleta de la niña preparada para el viaje que tenía que hacer a su país de origen el 30 de junio, así como toda la ropa de su madre metida en bolsas de basura. Tanto la abuela como el portavoz han incidido en que lo que quieren es que "no se vuelva a repetir un caso así" nunca más.
Preguntados por cómo es posible que el juzgado no se pusiera en contacto con ella, Leonarda ha reconocido que el 17 de septiembre fue llamada al juzgado como consecuencia de la interposición de la segunda denuncia, pero el juez no estaba, por lo que tuvo que acudir al día siguiente, cuando tampoco estaba, por lo que ella montó en cólera y reconoce que increpó a los funcionarios.
En cuanto a los motivos por los que Raúl habría matado a su nieta y a la madre de esta, Leonarda cree que pudo deberse a que la niña iba a llevar una buena cantidad de dinero a la República Dominicana, en ese viaje que no hizo.
La familia tiene pensado, si la identificación de los cuerpos finalmente determina que los restos hallados ayer en Zamora son de Adolfina y Algelys, repatriar los cadáveres a la República Dominicana, y ya han establecido contacto con el consulado para ello. A última hora de la tarde la Policía no podía confirmar si los restos hallados en Zamora son de ambas mujeres, aunque todo apunta a ello, según han informado a Efe fuentes policiales.