El concejal de Medio Ambiente y Movilidad en el Ayuntamiento de Madrid, Borja Carabante, ha anunciado este martes que el Consistorio reforestará y repondrá todas las marras de árboles que se plantaron para compensar los daños de la borrasca Filomena y que “no han prosperado” como consecuencia de las tres olas de calor que se han registrado este verano.
Así lo ha dicho el edil en el Pleno de septiembre que se celebra esta mañana en el Palacio de Cibeles, ante una pregunta del PSOE formulada por el concejal Ignacio Benito, quien ha puesto la nota de color al entregar al alcalde, José Luis Martínez-Almeida, un pequeño arbolito “para ver si puede cuidarlo”.
Minutos después, mientras Carabante contestaba a la pregunta, las cámaras del hemiciclo han recogido imágenes de Benito con más arbolitos para otros concejales, mientras escuchaba concernido las promesas del concejal de Medio Ambiente.
Carabante ha contestado que el Ayuntamiento de Madrid ha plantado 100.000 árboles para compensar los daños que la borrasca Filomena provocó en numerosos ejemplares de la ciudad, aunque ha reconocido que muchos de ellos no han prosperado durante “el verano más duro desde 1961”.
No obstante, ha insistido en que el Consistorio va a recuperar “ese inmenso patrimonio verde” con nuevas plantaciones para consolidar el que ha sido “el programa de reforestación más importante de la historia”.
También ha censurado que el PSOE de Madrid critique este plan de reforestación cuando otras ciudades gobernadas por equipos socialistas “no han hecho nada” al respecto; cuando las medidas se han tomado con base en recomendaciones de expertos externos al Ayuntamiento, y cuando el Gobierno central “solo lo ha aportado el 2%” del gasto necesario para retornar a la situación previa a la borrasca.
El concejal del PSOE, pese a todo, ha insistido en que Filomena “puso en evidencia la incapacidad del PP gestionando” y ha denunciado que todavía no se haya creado la comisión de estudio de Filomena, porque el único objetivo del Gobierno era “dar el titular de que en Madrid ya hay más árboles que antes de Filomena”.
Sin embargo, ha dicho, el problema es que “los árboles muertos no cuentan”, y son muchos los que han perecido en el extrarradio de Madrid: “cada día parece más desastroso su plan, con ejemplares secos, que no riegan y que están a una distancia tan corta que, si milagrosamente sobrevivieran, no podrán crecer”.
“¿Por qué odia tanto a los árboles, tala a los sanos y deja que se sequen los que acaba de plantar? Parece que les tiene un odio patológico”, ha concluido Benito, rodeado de los pequeños arbolitos que ha llevado al Pleno.