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Misterio y fenómenos extraños en lugares abandonados de Madrid
- Psicofonías, apariciones, presencias y ritos en templos arruinados, pueblos sin habitantes o estaciones en las que ya no para ningún tren
- Y también vandalismo y falta de protección de algunos elementos patrimoniales repartidos por diversas poblaciones
Tras haber caminado por algunos lugares abandonados de la capital, es el turno de visitar otros sitios de la región que se han ha ido cubriendo de maleza y deteriorando pero que no han perdido cierta belleza y han ganado en cambio el interés por parte de los llamados 'exploradores urbanos'.
Lugares que están llenos de historias, de leyendas e incluso misterios. Hechos sobrenaturales para algunos y explicaciones perfectamente lógicas para otros sobre lo que a veces se puede observar o escuchar. En otros casos son sitios que pocos respetan y casi ninguno valora. Pero historia tienen para rato.
El Hospital de la Barranca
Situado en Navacerrada, en el Valle de la Barranca, en realidad se llamaba Sanatorio del Santo Ángel y como muchos de los situados en la Sierra de Guadarrama nació para recuperar a enfermos de tuberculosis. Posteriormente fue psiquiátrico y a mediados de los años 90 del siglo pasado cerró definitivamente.
Otro de los nombres por el que se conoce este lugar es 'Walpurgis' por algunas de las celebraciones que se han celebrado aquí y que evocaban las fiestas paganas del paso de abril a mayo, también conocida como la fiesta de las brujas en Alemania.
Su situación y aspecto similar a uno de los escenarios de la película 'El Resplandor' unido a la imaginación y las leyendas, lo convirtieron en lugar de actividades parapsicológicas en el mejor de los casos. En el peor, objeto de vandalización y robos.
El impresionante edificio permanece en ese valle sombrío, en pleno Parque Nacional. Nadie dice creer en lo que se cuenta del lugar, pero pocos se aventuran por estos parajes una vez puesto el Sol.
La sede de RNE en Arganda
La Onda Corta, una de las maneras más efectivas de radiodifusión, se ha convertido tradicionalmente en una de las formas de llevar mensajes más lejos, burlando bloqueos y censuras. De hecho, este medio de propagación de radio está siendo uno de los más efectivos para luchar contra la desinformación en la guerra de Ucrania.
En Arganda del Rey, Radio Exterior de España tiene uno de los campos de antenas, ya fuera de uso, de este tipo de emisión y junto a él el edificio que albergaba los servicios técnicos, de energía y administrativos de este departamento de Radio Nacional de España.
En su interior se conserva buena parte de los equipos de radiodifusión e incluso extensa una biblioteca técnica. La buena conservación del inmueble inaugurado en 1954 lo ha convertido en habitual decorado para el rodaje de películas y series de televisión.
En el exterior, la cigüeñas se han adueñado de algunas de las antenas donde viven y crían. No en vano, se asienta una importante colonia de estas aves que tienen muy cerca todo el complejo lagunar del Parque Regional del Sureste.
Estaciones 'fantasma'
Famosa es la estación de Metro de Chamberí, antes denominada la 'estación fantasma' y ahora una de las piezas más importantes del patrimonio histórico de la capital.
Sin embargo, hay y ha habido otras que también han tenido ese apellido fantasmal. Hasta hace poco existía el edificio de la estación de El Tejar, en Las Rozas. Un apeadero-intercambiador entre las líneas C-7 y C-8 de Cercanías que se encontraba en en mitad del campo y que cuando dejó de prestar servicio en 2010 fue objeto de vandalismo y robos.
De todos modos, en la Comunidad de Madrid encontramos otras estaciones abandonadas como las de la línea Madrid-Burgos, cerrada desde marzo de 2011 tras un derrumbe que atrapó a una máquina en el interior.
El 'Directo' de Burgos recorría buena parte de la Sierra Norte de Madrid haciendo paradas en Soto-Manzanares, Miraflores o Robregordo-Somosierra entre otras estaciones y apeaderos.
Además un buen número de túneles se encargaban de salvar el relieve complicado en el camino de este tren que unía Madrid con la frontera de Francia de la manera más corta.
En 2018 muchos creyeron que Adif iba a recuperar el servicio entre Madrid y Burgos de este trazado histórico, pero en realidad los trabajos consistieron en tapar las bocas del túnel de Somosierra para evitar la entrada de 'exploradores' y expoliadores.
Fresno de Torote, un pueblo privado
Hablar de despoblación y de éxodo rural puede parecer difícil en Madrid, pero varias localidades como Robregordo o Madarcos apenas pueden mantener medio centenar de habitantes durante el invierno. Incluso en alguna, como Fresno de Torote, hay que buscar su Ayuntamiento en otro núcleo urbano: Serracines.
Fresno, que nació en el siglo XV como complejo agrario, tuvo cierta importancia en esta campiña madrileña. Lugar frecuentado para cacerías regias y otros eventos de postín, fue perdiendo pujanza. En el siglo XIX se anexionó el pueblecito de Serracines y a la larga el pez pequeño se comió al grande, a golpe de urbanizaciones.
Fresno todo es una propiedad privada en la que no vive nadie, aunque a veces hemos visto moverse las cortinas detrás de las ventanas o hacer alguien el ademán de asomarse por el portón de una casa. No se debe entrar en ninguna de las que aún se conservan en pie y menos aún en las que están medio derrumbadas. Por no poder, no se puede hacer ni fotos sin permiso porque todo en este pueblo es propiedad de una familia.
Sin embargo, si que se pueden recorrer las calles, las pocas que tiene, y alguna plazuela y comprobar cómo se ha detenido el tiempo en este pueblo que decidió trasladarse tres kilómetros más al norte.
Iglesia de San Pedro Apóstol de Polvoranca
Cuando se cita la Iglesia de San Pedro Apóstol, en Madrid, hay que preguntar de dónde. Porque hay varias con esta advocación en Madrid: la de Ribatejada (mudéjar), la de Torremocha de Jarama (de planta románica), la de Barajas del siglo XVII), la de Alcobendas (edificada sobre una mezquita) o la de Polvoranca en Leganés.
Nos quedamos hoy con esta última, un ejemplo de ruina anunciada, incorporada a la lista roja de patrimonio y que se encuentra en el entono del parque leganense del mismo nombre.
La iglesia barroca , junto a los restos del poblado de Polvoranca, ha tenido alguna intervención para tratar de frenar su deterioro. A pesar de ello se han producido derrumbamientos. En 2005 en el transcurso de uno de estos trabajos se hallaron restos humanos dentro del templo.
A partir de ahí, la imaginación y las habladurías se han encargado de tejer una leyenda en torno a lo único que queda de un mayorazgo en esta parte de la región. A pesar del estado de la ruina, que podría colapsar, algunos no dudan en traspasar la valla que rodea la iglesia y celebrar allí extraños ritos y reuniones.
El Alamín y los fenómenos extraños
Situado en el término de Villa del Prado, el poblado de El Alamín fue durante varias décadas del siglo pasado un poblado de trabajadores y no un campo de concentración como han llegado a insinuar algunos desconocedores de la historia de este asentamiento.
Es cierto que tiene la traza lineal de los pueblos de colonización diseñados durante la Dictadura y ese aspecto de barracones en hileras puede dar lugar a malas interpretaciones. El Alamín fue construido por el Marques de Comillas para alojar a los trabajadores de las fincas que la familia poseía en la zona.
Llegaron a vivir más de 100 personas que disfrutaban de servicios como dispensario médico, correos, iglesia cine, suministro de agua y colegio. Algo impensable en muchas poblaciones de aquellos años. La explotación perdió productividad y en el año 2000 cerró definitivamente. Durante mucho tiempo acudieron personas a realizar prácticas parapsicológicas y tratar de conectar con el más allá.
Otros prefieren participar en 'guerras' con pistolas que lanzan bolas de pintura, usando los edificios de El Alamín como campo de entrenamiento para las guerrillas urbanas de fin de semana.