El diputado socialista en la Asamblea de Madrid José Manuel Freire defenderá en el Pleno de este jueves, una proposición de Ley de Derechos y Garantías de las Personas en el Proceso Final de la Vida.
Según Freire, la iniciativa persigue "regular los derechos y garantías de las personas en el proceso final de la vida, que comprende la situación terminal o de agonía, que son definidas de manera que no haya duda en cuanto a su entendimiento".
En el artículo 1 de la proposición se indica que el objeto de esta ley es "explicitar y proteger el derecho de los pacientes a una buena atención sanitaria en el proceso final de la vida, regular los deberes de los profesionales sanitarios que atienden a estos pacientes y definir las garantías que las instituciones sanitarias están obligadas a ofrecer con respecto a ese proceso".
Además, según los redactores del texto, "se contempla el rechazo de tratamientos inútiles o desproporcionados, la limitación del esfuerzo terapéutico, la retirada de medidas en soporte vital en situaciones irreversibles y la sedación paliativa".
Freire aclaró a Servimedia que "dichas actuaciones no buscan intencionadamente la muerte, sino aliviar o evitar el sufrimiento, respetar la autonomía de los pacientes y humanizar la atención en la fase final de la vida".
Manifestó que "aceptar el derecho de las personas enfermas, y en su caso de sus tutores, a rechazar una determinada intervención sanitaria no es sino mostrar respeto a la autonomía personal y a la libertad de cada uno para gestionar su propia biografía, asumiendo las consecuencias de las decisiones que toma", y dijo que "el uso inadecuado de medidas de soporte vital, cuando no tienen otro efecto que mantener artificialmente una vida meramente biológica, sin posibilidades reales de recuperación, puede ser contrario a la dignidad de la vida humana".
Asimismo, aseguró que "facilitar a aquellas personas en situación terminal que libremente lo deseen la posibilidad de entrar en la fase final de su vida sin sufrimiento, en paz, no es sino expresión del respeto a la dignidad del ser humano".
"Estas prácticas no pueden ser consideradas contrarias a una ética basada en la idea de dignidad y en el respeto a la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Antes, al contrario, deben ser consideradas buena práctica clínica y actuaciones profesionales plenamente conformes a la legalidad vigente", agregó.
Freire explicó que esta ley "quiere contribuir decisivamente a proporcionar seguridad jurídica, tanto a la ciudadanía como a los profesionales sanitarios, en las actuaciones contempladas en ella".
CUIDADOS PALIATIVOS
Por otro lado, en la exposición de motivos se indica que "la muerte, al igual que el dolor, es parte del proceso normal de la vida, una realidad inevitable a la que deben también responder los servicios sanitarios, por lo que los cuidados paliativos y la atención al final de la vida son un componente esencial de una buena atención sanitaria".
Además, se señala que "la muerte, que es un proceso y un acto personal de quien lo está transitando, afecta a su familia y a su entorno emocional cercano, de tal manera que para el paciente la forma de su buena muerte puede coadyuvar al proceso posterior del duelo tras su ausencia".
Tras reconocer que en la actual legislación existe un "importante desarrollo de los cuidados paliativos y de la atención al final de la vida", la propuesta del PSOE propone "avanzar más en este campo", en línea con la resolución plenaria de marzo de 2016, que "busca incrementar el número de instrucciones previas formuladas en la Comunidad de Madrid, incorporando estas automáticamente a la historia clínica del paciente; ampliar la formación de los profesionales de la sanidad sobre el proceso del final de la vida, la enfermedad terminal y los cuidados paliativos; conocer con datos la calidad de la atención al proceso del final de la vida, para de este modo poder mejorarla; disponer de una dotación adecuada de cuidados paliativos, de modo que lleguen efectivamente a toda la población de la Comunidad, incluidos niños, adolescentes y áreas rurales, con planes operativos que den respuesta a las necesidades actuales de la población madrileña en esta materia".
Freire dijo que su propuesta "nace de la necesidad de explicitar y proteger mejor el derecho de los pacientes a una buena atención sanitaria en el proceso final de la vida, para aliviar en lo posible su sufrimiento físico y psíquico, y el de su familia; regular los deberes de los profesionales sanitarios que atienden a estos pacientes, para ofrecerles guía y seguridad jurídica en su labor profesional; y definir los servicios y las garantías que las instituciones sanitarias deben ofrecer en el proceso final de la vida de los pacientes y su familia".
Según Freire, "esta ley presta especial atención a las necesidades de claridad y seguridad jurídica que deben presidir las actuaciones del personal sanitario, excluyendo cualquier posible responsabilidad derivada de asumir las decisiones del paciente en el proceso final de su vida, adoptadas al amparo de la presente ley".
El proyecto de ley cuenta con 29 artículos, con varios apartados dedicados a infracciones y sanciones, deberes de los profesionales sanitarios que atienden a pacientes en la fase final de la vida, derechos de las personas en el proceso final de la vida, consentimiento informado en el proceso final de la vida, cuidados paliativos y documento de instrucciones previas.