Llegó, cantó y triunfó. Taylor Swift se marcha de Madrid, con sus quince bailarines, sus 60 vestidos, su guitarra y sus 69 camiones, rumbo a la siguiente parada de su gira europea 'The Eras Tour'.
Los 'swifties' madrileños ya han recogido sus lentejuelas, sus flecos y con sus brazos llenos de 'pulseras de la amistad' intentan digerir la experiencia de haber vivido lo que ya se ha calificado como la gira 'más grande de todos los tiempos'.
El despliegue visual que ha vivido el Bernabéu es difícil que se repita en mucho tiempo. Más que concierto, espectáculo de luces, rayos láser, pirotecnia, un escenario enorme con partes móviles que subían, bajaban y trasladaban a Taylor Swift de un lado a otro del estadio al ritmo de su música mientras nadie se perdía un detalle gracias a las pantallas gigantes.
'The Eras Tour' es lo más increíble que ha vivido el Bernabéu (con permiso de las glorias madridistas). Pero no sólo de pirotecnia visual vive Taylor Swift. No muchas de las considerados actualmente grandes estrellas musicales son capaces de coger la guitarra y emocionar como lo hace ella, ni tienen su talento para componer y cantar. Algo que se agradece en un mundo cada vez más dominado por el Auto-Tune y las voces de dudoso mérito.
Taylor Swift ha repasado durante dos días en Madrid toda su carrera musical. Un recorrido por sus 'Eras' que ha conquistado el corazón de sus fans. Ciento treinta mil madrileños y visitantes han vivido una experiencia que difícilmente van a olvidar y se llevan en la memoria momentos cargados de emoción.
En el segundo concierto, el de este jueves 30 de mayo, uno de esos instantes tuvo lugar cuando la cantante interpretó el tema 'Were never getting back together'. Tras pronunciar esta frase la cantante pasó el micrófono a uno de sus bailarines, como hizo la noche anterior, pero en lugar de contestar éste con 'like, ever' ('nunca) que es lo que corresponde o, incluso el ya famoso 'Ni de coña', que es lo que 'improvisó' el día anterior en perfecto castellano, el bailarín en esta ocasión contestó, demostrando de nuevo su dominio del idioma patrio: 'Ni borracha'. Las gradas del Bernabéu (y la pista) estallaron.
Taylor Swift se ha mostrado encantada y emocionada con sus dos conciertos en Madrid (quizá ha tardado en descubrir que la respuesta del público madrileño en un concierto es de las que un artista nunca olvida). La acogida de sus fans madrileños la emocionó enormemente y así se lo hizo saber. Los 'swifties' enloquecieron.
La pasada noche afirmó sobre el escenario, y el Bernabéu fue testigo, que se sentía muy arrepentida de no haber traído a la ciudad ninguna de sus giras anteriores. "Sois el mejor púbico hasta ahora", dijo. Y el estadio casi se viene abajo.
La cantante estadounidense llevó al delirio a los más de 65.000 asistentes, una y otra vez. Otro de los momentos gloriosos de la noche tuvo lugar cuando desveló los dos temas sorpresa de la noche. El Bernabeú se vino arriba con los primeros acordes de 'Our Song' una de las primeras canciones de Taylor Swift.
Los 'swifties' no se creían la suerte de poder escuchar en Madrid una de las canciones de su primer álbum. Y sobre todo en un 'mashup' con otro tema country: 'Jump Then Fall', de 'Fearless'(su segundo disco). Una manera de compensar a Madrid por no haber traído a la ciudad sus giras anteriores.
Algo tuvo Madrid que puso nostálgica a Taylor Swift. De toda la gira, la parada madrileña ha sido uno de los primeros shows en los que, en la parte acústica, no canta una canción del nuevo disco ('The Tortured Poets Department'). Es como si la cantante quisiera compensar a la ciudad por no haber venido antes.
Quizá por eso el otro tema sorpresa, para delicia de los asistentes, fue 'King of my heart' de uno de sus álbumes más celebrados, 'Reputation'.
Ya cerca de la medianoche terminó el segundo concierto de Taylor Swift en la capital y miles de 'swifties' regresaron a casa exhaustos. Pero no van a ser los únicos que guarden esta experiencia en un rincón privilegiado de sus corazoncitos. Taylor Swift se ha marchado ya. Pero ha dejado su corazón en Madrid.