Un detenido por el uso de cebos envenenados en una finca de caza
Los agentes de la Unidad de Protección de la Naturaleza localizaron elementos para fabricar los cebos
Guardia Civil
El uso de cebos envenenados como método para acabar con la vida de ciertos animales silvestres constituye una de las prácticas más lesivas para la conservación de los ecosistemas en general y de determinadas especies de fauna amenazadas en particular.
El Servicio de Protección de la Naturaleza coordinados con perros especializados en la detención de venenos, en el marco del plan ANTIOX (protección de la biodiversidad frente a uso de venenos y otros medios selectivos de caza), han desarrollado vigilancias en zonas de especial protección, para evitar el uso de estas artes ilegales.
Este pasado mes de marzo se dio a conocer a través del Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de la Comunidad de Madrid, el resultado de una necropsia a un milano real -especie que se encuentra catalogada en peligro de extinción.
Fue localizado en Villarejo de Salvanés y se concluyó que la rapaz había muerto a causa de ingesta de aldicarb, sustancia prohibida en la Unión Europea desde 2003 por su alta toxicidad.
A partir de este momento, las patrullas del SEPRONA de Chinchón junto con la colaboración del Servicio Cinológico y de la Policía Local del municipio comenzaron a batir la zona.
Localizaron una finca de caza que inmediatamente pasó a ser el objeto principal de la investigación. Concretamente el encargado de realizar los labores de guardería en la misma, ya que no tenía ningún tipo de titulación que lo acreditara.
Las sospechas se confirmaron tras descubrir en la caseta dispuesta para la investigación diversas artes de caza prohibidos (lazos, cepos, una ballesta de grandes dimensiones). Con la labor de los perros también pudieron detectar cianuro de potasio y aldicarb, lo que motivó la detención de la persona que ejercía de guardés de la finca.
Además, en el interior del automóvil usado por el hombre para la vigilancia de la finca, se localizó un arma de fuego de calibre 22 con su correspondiente munción, que también resultó intervenida.
Los agentes realizaron investigaciones en la finca colindante, propiedad del hermano del detenido, que también realizaba tareas de guardería rural sin estar acreditado para ello. En esta se encontraron cepos de metal, lazos de cable sin freos, un rifle de calibre 22 y su munición.
El Servicio de Protección de la Naturaleza les atribuye delitos contra la flora y la fauna y de intrusismo profesional.