La Guardia Civil ha detenido a 20 integrantes de una banda que robaba a viajeros extranjeros haciéndose pasar por miembros de las Fuerzas de Seguridad, actuaban en las autovías A-1 y A-4, así como en las de circunvalación M-30 Y M-40. Según ha informado el Ministerio del Interior, los detenidos simulaban la práctica de un registro antidroga para apoderarse del dinero y objetos de valor que encontraban en el interior del vehículo.
OPERACIÓN 'PERSÉPOLIS'
En la denominada operación 'Persépolis' se han detenido a 20 Iraníes a los que se les imputa la comisión de 50 delitos de robo con violencia e intimidación, usurpación de funciones públicas, falsedad documental y pertenencia a organización criminal. Los detenidos utilizaban falsas credenciales policiales para hacer creer a sus víctimas que se trataban de agentes de las fuerzas de seguridad. Seguidamente, simulaban la práctica de un registro antidroga, momento en el que aprovechaban para apoderarse del dinero y objetos de valor que encontraban en el interior del vehículo de las víctimas.
La banda elegía a sus víctimas entre ciudadanos magrebíes, residentes en el Norte de Europa, que se desplazan por España para veranear en sus países de origen. Por ello operaban en las carreteras A-1, A-4, principales vías utilizadas para llegar hasta los puertos de partida de los ferrys con destino al Norte de Africa y las vías de circunvalación madrileñas M-30 y M-40.
En algunos casos los afectados llegaron a creer que los asaltantes realmente eran miembros de las Fuerzas de Seguridad que actuaban de manera ilegal y deshonesta.
'MODUS OPERANDI'
La primera fase de la operación sirvió para determinar la técnica empleada por los delincuentes. En la totalidad de los casos investigados los falsos policías situaban su vehículo en paralelo al de la víctima, usando en muchos de los casos prioritarios luminosos y les mostraban carteras o insignias con la inscripción 'POLICIA', obligándoles a parar.
Los objetivos primordiales eran los vehículos en los que viajaban niños o personas mayores, lo que en principio aseguraba a la banda que no hubiera una respuesta defensiva de las víctimas, más preocupadas en proteger a sus familiares que en reaccionar ante la agresión.
Los falsos policías evitaban la exhibición de armas de fuego, aun simuladas, pues constituiría una agravante penal. La segunda fase de la operación 'Persépolis' reveló que el grupo se organizaba en dos o tres subgrupos, que se repartían las zonas de actuación y los vehículos que utilizaban.
FASE DE EXPLOTACION
Los Agentes del Grupo de Delincuencia Organizada de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid, en colaboración con efectivos de los Puestos Principales de Daganzo y Mejorada del Campo, así como del Equipo de Policía Judicial de Daganzo, localizaron las viviendas de seguridad utilizadas por el grupo en Jaén, Guadalajara, Azuqueca de Henares y Villanueva de la Torre.
Tras recopilar numerosas pruebas contra los delincuentes, acordaron su detención el pasado 28 de julio, llevándose a cabo los operativos policiales con apoyo de la Unidad de Seguridad Ciudadana de la Comandancia de Madrid, así como de efectivos de Policía Judicial de las Comandancias de Madrid y Guadalajara.
REGISTROS Y DETENIDOS
Los registros domiciliarios han permitido la incautación de los 19 coches con los que cometían sus robos, varias decenas de piezas de joyería y relojería, gran cantidad de carteras, porta-emblemas, anagramas y chapas metálicas diversas con los que simulaban pertenecer a cuerpos policiales, 3.120 dólares americanos, 630 libras esterlinas y 9.466 euros, procedentes de su actividad delictiva.
Varios de los componentes de dicha organización criminal empleaban identidades falsas, principalmente de nacionalidades pakistaníes, para tratar de evadirse de la acción policial.