El madrileño barrio de Lavapiés se encuentra tranquilo y en calma al mediodía de hoy tras los incidentes de las dos pasadas jornadas.
Los comercios se encuentran abiertos y, a pesar del mal tiempo, las calles presentan el aspecto de un sábado cualquiera al mediodía.
Las únicas muestras de los incidentes del jueves y el viernes son los cajeros de varias entidades bancarias que permanecen rotos y precintados y una zona infantil, con columpios, en la misma plaza de este céntrico barrio.
En la puerta donde se desplomó el senegalés, Mame Mbaye, en la calle del Oso, se ha improvisado un lugar en su memoria con velas, flores y mensajes en su memoria.
Asimismo, el barrio está limpio y las papeleras rotas han sido respuestas.
Mame Mbaye, que llevaba doce años viviendo en España pero no tenía papeles, murió el jueves de un paro cardiaco en la calle del Oso en unas circunstancias que el Ayuntamiento trata de esclarecer.