Dos mujeres, una sanitaria y una mujer que estuvo en un pueblo de Ávila, han sido ingresadas en Madrid por si se tratara de dos nuevos casos de contagio de fiebre hemorrágica por Crimea-Congo.
Los dos casos en investigación ingresaron anoche en la unidad de aislamiento de alto nivel del Hospital Central de la Defensa Gómez Ulla y en la unidad de aislamiento del Hospital La Paz-Carlos III, centro éste último donde permanece ingresada la enfermera contagiada que atendió al único paciente fallecido, un varón de un pueblo de Ávila.
El portavoz de la comisión técnica que se ha constituido para el estudio y seguimiento de la enfermedad, Ángel Gil, ha explicado hoy a los medios de comunicación que ambas mujeres presentan fiebre.
Gil ha afirmado que "hoy por hoy" este brote no es preocupante, y ha recordado que solo un 10 % de los picados por la garrapata presenta síntomas.
En declaraciones a los periodistas en la dirección general de Salud Pública de la Comunidad de Madrid, Gil ha opinado que el foco de la enfermedad está "muy localizado y muy delimitado" a la región de Ávila.
El experto ha recordado que de cada cien picaduras de una garrapata infectada, solo diez personas presentan síntomas de la dolencia (fiebre, escalofríos y dolor muscular y articular) y la gran mayoría se recupera sin problema.
"La aparición de la enfermedad es de una frecuencia tremendamente baja", ha dicho.
La sanitaria ahora en investigación es una profesional del Laboratorio Clínico Central de la Comunidad de Madrid que acudió anoche a La Paz-Carlos III ante los primeros síntomas y tras haber tenido contacto con los fluidos de la enfermera contagiada que trató al primer contagiado por la fiebre hemorrágica en España, que falleció el pasado 25 de agosto.
La sanitaria trabaja en el Laboratorio Clínico Central de la Comunidad de Madrid, ubicado en el Hospital Infanta Sofía de San Sebastián de los Reyes, y presenta "síntomas compatibles con la patología".
Por su lado, la mujer que se encuentra aislada en el Gómez Ulla explicó en un primer momento a los sanitarios del madrileño hospital Ramón y Cajal que había paseado por una zona de Ávila y que una garrapata había picado en una pierna a su marido, quien presentó luego síntomas de fiebre pero que ahora se encuentra bien.
Ella fue al centro sanitario al notar fiebre y algún otro síntoma compatible con la enfermedad y se la trasladó al Gómez Ulla.
Las muestras de los dos nuevos casos de posibles contagios serán enviadas al Centro Nacional de Microbiología para su diagnóstico microbiológico, según ha informado hoy el Ministerio de Sanidad.
Ángel Gil ha detallado que hasta dentro de 24 horas, cuando se obtengan los resultados de los análisis de ambas, no se confirmará si efectivamente padecen la enfermedad.
LA ENFERMERA CONTAGIADA CONTINÚA ESTABLE DENTRO DE LA GRAVEDAD
Por su parte, la enfermera contagiada que atendió al paciente fallecido permanece ingresada en la Unidad de Aislamiento de Alto Nivel del Hospital La Paz-Carlos III de Madrid y continúa estable dentro de la gravedad.
Ese dato es, para Gil, esperanzador, puesto que la mujer está ahora "en el momento álgido de la fase más aguda de la enfermedad".
El hombre fallecido por esta enfermedad, de 62 años, murió en el hospital Gregorio Marañón de Madrid, donde fue trasladado desde el Infanta Leonor tras sufrir la picadura de una garrapata en un pueblo en Ávila.
De nombre Raúl, el fallecido fue enterrado ayer en San Juan del Molinillo (Ávila), el municipio donde nació y a cuyos vecinos dijo que notó una punción y cómo la pierna se le iba ennegreciendo.
La mujer ahora ingresada y que visitó un pueblo de Ávila ha hecho aumentar a 282 el número de personas que tuvieron contacto con contagiados o posibles infectados que están siendo controladas de manera preventiva.
Esta cifra no debe alarmar, según Gil, porque se está siendo "muy celoso" en este sentido y se está ampliando el campo de actuación para que "no se escape nadie".
Por su parte, la Dirección General de Salud Pública de la Comunidad de Madrid continúa con la investigación epidemiológica para el control y prevención de la enfermedad, y actualmente mantiene, como medida estrictamente preventiva, un control sobre 282 personas que estuvieron en contacto con los pacientes. Salvo la citada sanitaria, ninguna persona presenta sintomatología ni requiere aislamiento domiciliario, según el criterio del Comité Técnico de Expertos.