Un total de 1.300 ovejas y sesenta cabras han recorrido este domingo las calles de Madrid dentro de la fiesta de la Trashumancia, que la alcaldesa de la capital, Manuela Carmena, ha considerado que "da un color especial a Madrid" y muestra que Madrid es "sencilla" y el "rompeolas de todas las Españas".
Carmena ha recibido a dos pastores que acompañaban a este numeroso rebaño, que le han pagado, de manera simbólica, '50 maravedís al millar', que era lo que estipulaba la Concordia de 1418 para que los animales pudieran atravesar la ciudad.
La alcaldesa ha estado acompañada por la primera teniente de alcalde, Marta Higueras; el tercer teniente de alcalde, Mauricio Valiente; la delegada de Medio Ambiente y Movilidad, Inés Sabanés; así como por el viceconsejero de Medio Ambiente, Administración Local y Ordenación del Territorio, Pablo Altozano.
En su discurso, la regidora ha asegurado que esta fiesta "da un color especial a Madrid" y "muestra lo que es la ciudad: sencilla y abierta, el rompeolas de todas las 'Españas'". Además, ha resaltado que Madrid como ciudad tiene también que tener campo, y por ese motivo, en primavera está previsto que un rebaño pueda pastar en una parte del recinto la Casa de Campo.
Por su parte, Altozano ha señalado que es "un acto muy bonito" que "revive una ceremonia histórica". "Siempre se gobierna buscando el beneficio de todos, incluyendo el de los animales. Desde la Comunidad tenemos la obligación de preservar ese camino", ha añadido.
Después de que la alcaldesa y los ganaderos renovaran con su firma los compromisos incluidos en la Concordia, se ha hecho entrega de unas ovejas de juguete realizadas a mano con lana de oveja a algunos niños que han asistido al evento.
Esta fiesta nació a iniciativa de la Asociación Trashumancia y Naturaleza en colaboración con el Consistorio para reivindicar la aprobación de una nueva Ley de Vías Pecuarias, que se promulgó el 23 de marzo de 1995.