La responsable de la Policía Municipal del distrito de Moncloa y encargada del dispositivo del Madrid Arena, Cándida Jiménez, ha manifestado durante su declaración judicial que sus superiores directos le negaron los refuerzos que solicitó antes de la trágica fiesta, al considerar necesarios hasta 60 agentes, y ha aseverado que nunca recibió la orden de cambio de nivel de riesgo, tal y como manifestó el inspector jefe de la Policía municipal, Emilio Monteagudo.
Así lo han manifestado los abogados Abdón Ñúñez, que defiende a la familia de la víctima Belén Langdon, y el letrado Luis Rodríguez Ramos, que representa al Ayuntamiento de Madrid, en uno de los recesos de la declaración judicial. Jiménez ha comparecido hoy en calidad de testigo para aclarar algunos aspectos del dispositivo policial que esa noche se desplegó para cubrir el evento y que se limitó a doce agentes y un cabo.
Según los abogados, Jiménez habría explicado que el 29 de octubre se recibió un oficio en el que se comunicaba que debían ocuparse de la seguridad del evento, un extremo que consideró un error porque en otros eventos similares se ocupaba la Unidad de Medio Ambiente de la Policía de la Casa de Campo.
SE LES HABÍA PASADO
De este modo, esperó hasta el 31 de octubre, la misma mañana de la fiesta, para ratificar el oficio ante su jefe, el subinspector de la Inspección Territorial I, Emilio Rodríguez Corral. Según su testimonio, éste le habría manifestado entonces que "se le había pasado" esa previsión para organizar el dispositivo.
"Ella quería que hubiera más gente disponible, pero le dijeron que se arreglara como pudiera", ha aseverado el abogado del Consistorio madrileño en relación a los refuerzos que Jiménez habría solicitado antes de que comenzara el evento.
En este punto, el letrado de la familia Langdon ha apuntado que los refuerzos se pidieron incluso durante la fiesta, negándoselo igualmente su superior directo. "Pensaba que se necesitaban al menos 50 ó 60 agentes. Por lo menos, unos 20 de paisano para desarticular el botellón", ha indicado el abogado.
Asimismo, Jiménez habría detallado un episodio de uno de los momentos en los que estaba en el pabellón cuando observó alrededor de las 02:30 horas que entraba mucha gente en el recinto. En ese momento se cruzó con Rafael Pastor, el jefe de seguridad de Madrid Espacios y Congresos (Madridec) quien le comentó que no pasaba nada, ya que el aforo no se había sobrepasado.
En este punto, Rodríguez Ramos ha destacado que "el hecho de que hubiera más o menos policías no influyó" en la tragedia. "No recibieron requerimiento alguno para entrar en el recinto para ver qué pasaba. Y ella tenía capacidad para pedir más refuerzos", ha señalado.
DOCUMENTOS FALSOS
En cuanto al cambio de nivel, la jefa policial habría manifestado que nunca recibió ni verbal ni por escrito la orden de cambio de nivel de riesgo, tal y como manifestó en su declaración Emilio Monteagudo."El documento del 6 de noviembre -en el que consta el cambio de nivel- es un invento de la Policía Municipal porque no hubo cambio de nivel. Solo hubo doce agentes y un cabo. No hubo mando ", ha aseverado Núñez en alusión al documento firmado por Gerardo del Rey y ha criticado que se haya montado "una película" alrededor de este asunto.
UNA PIEZA SEPARADA
Antes de que comenzara la declaración, el abogado ha adelantado que ha solicitado al juez que abra una pieza separada para investigar la supuesta falsificación de los documentos citados en relación al cambio de nivel. Fuentes municipales explicaron hace unos días que Cándida fue informada formalmente y por escrito el 29 de octubre y dos días después, el 31, a través de una llamada telefónica de un superior, que le comunicó que se elevaba el nivel de seguridad, pasando de medio a alto.
Así lo confirmó el portavoz del Gobierno municipal y delegado de Seguridad, Enrique Núñez, después de que un policía municipal, que hizo las veces de chofer de Jiménez, declarara ante el juez que instruye la causa que a alguien "se le pasó" avisar a la persona al mando esa noche, la responsable policial de Moncloa, de que la fiesta se iba a producir y por eso tuvo que "improvisar".
Núñez recordó que, además del fax enviado el 26 de octubre por Madridec a Jiménez, que fue remitido al juez y que consta en el informe público del Ayuntamiento (documento 23) con hora y minuto, esta responsable policial recibió una notificación el día 29 para qué formalizase la orden de servicio de cara a esa a noche, es decir, para que planificase el servicio en el Madrid Arena.
Entonces el evento estaba tipificado como de nivel medio. Dos días después, el 31, el subinspector del Distrito I elevó el nivel pasando a alto. Lo hizo mediante una llamada telefónica a Cándida Jiménez, como ha explicado el delegado.