Renfe y Adif informaron este lunes de que se ha cesado al gerente de Área de Gestión de Material de Renfe Viajeros en el momento de la gestación del proyecto de trenes de vía estrecha y al titular de la jefatura de Inspección y Tecnología de vía, tras la polémica por los fallos en los trenes de Renfe para Asturias y Cantabria.
En distintos comunicados, los dos organismos, dependientes del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, informaron de los ceses.
La auditoría del Ministerio de Transportes tratará ahora de esclarecer el fallo impediría que los trenes pasen por determinados túneles.
Tres años más
Renfe ya ha alcanzado un acuerdo con CAF, Adif y la Agencia de Seguridad Ferroviaria (AESF) para desatascar el problema con los gálibos de los nuevos trenes de ancho métrico destinados a los servicios de cercanías y media distancia de Cantabria principalmente, pero también para Asturias, País Vasco, Galicia, Castilla y León y Murcia.
Aunque ninguna de las partes ha confirmado el plazo de tiempo que conllevará solventar este problema, se estima que la construcción de los trenes que todavía no se han podido fabricar se demora en torno a tres años, y todavía falta solventar algunos trámites para que la solución pactada pueda llevarse a cabo.
En concreto, la AESF tiene que autorizar la aplicación de un método que no recoge la normativa española pero sí la europea, y desarrollar sus procedimientos.
Se trata del llamado 'método comparativo', que consiste en la utilización de un tren que actualmente circula por las líneas como referencia para los nuevos trenes, que Renfe aportará.
CAF también tendrá que contratar una empresa especializada en la aplicación de este método y el contrato entre Renfe y la empresa tendrá que ser modificado para introducir un seguimiento del proyecto con ese tren de referencia.
Por su parte, Adif también tendrá que aportar los datos de caracterización de la infraestructura y comprometerse a mantenerla en los mismos parámetros.
El problema: los gálibos
El origen del problema se encuentra en los gálibos publicados en la declaración sobre la red de Adif, que Renfe usó para describir las características técnicas de los nuevos trenes en un contrato que publicó en 2019 para adquirir 31 trenes de ancho métrico, destinados a renovar la flota de la red de Cercanías y media distancia, principalmente en el norte del país.
En junio de 2020, Renfe le adjudicó este contrato a CAF, fabricante de trenes y autobuses con sede en País Vasco, por 258 millones de euros. Cuando preparaba el proyecto, CAF se dio cuenta de que había un error en los gálibos y que las vías no soportarían los trenes encargados y se lo trasladó a su cliente, Renfe.
El contrato adjudicado en 2020 fijaba en 220 meses el plazo de ejecución del contrato, en torno a 18 años y cuatro meses. Como incluía el mantenimiento durante 15 años de algunas unidades, los tres años y cuatro meses restantes sería el plazo para la fabricación de los trenes, aunque normalmente se entregan de forma progresiva. Por ello, los primeros trenes tendrían que haber estado listos, como tarde, en octubre de 2024.