La Policía Nacional ha detenido en Madrid y Barcelona a cinco presuntos yihadistas, entre ellos un supuesto cabecilla que se dedicaba a captar y adoctrinar a los demás.
El seguimiento que se hacía a este grupo permitió a los investigadores conocer que pretendían comprar un fusil kalashnikov, lo que propició su captura para evitar que cometieran atentados.
Uno de los tres arrestados en enero, que tenía vinculación con el Daesh y era conocido entre sus seguidores como 'sheikh' (jeque), había reunido a una serie de ladrones de turistas que se habían radicalizado. Es contra este grupo contra el que se ha actuado ahora, lo que ha dado lugar a cinco detenciones en Barcelona y Madrid.
Según han informado a Efe fuentes policiales y jurídicas, la operación ha sido desarrollada por agentes de la Comisaría General de Información de la Policía Nacional dirigida por la Audiencia Nacional.
De momento cuatro de ellos han comparecido ante el juez de la Audiencia Nacional Joaquín Gadea, que ha ordenado su ingreso en prisión.
El quinto declarará en próximos días porque ya se encuentra en una prisión catalana por otros delitos.
Esta operación está relacionada con otra desarrollada en enero de este año en la que fueron arrestados tres presuntos yihadistas, uno de ellos un supuesto "retornado" del Dáesh de nacionalidad argelina que habría combatido en la zona de conflicto sirio-iraquí.
Uno de los tres arrestados en enero, que tenía vinculación con el Daesh y era conocido entre sus seguidores como 'sheikh' (jeque), había reunido a una serie de ladrones de turistas que se habían radicalizado. Es contra este grupo contra el que se ha actuado ahora, lo que ha dado lugar a cinco detenciones en Barcelona y Madrid.
Como entonces, los detenidos son de nacionalidad argelina, según las fuentes, que han precisado que el supuesto líder cumplió previamente condena en Argelia por hechos relacionados con el yihadismo.
Durante este operativo se ha procedido al registro de tres domicilios y una celda en una prisión catalana.
En el domicilio del líder de la célula se hallaron tres machetes (de 60, 57 y 51 centímetros) y unos setenta cartuchos.
El cabecilla de este grupo tenía vinculación con el Daesh desde el año 2016, cuando fue detenido en Turquía al intentar entrar en zona en conflicto para unirse al grupo terrorista. Una vez puesto en libertad recorrió varios países como Malasia, Tanzania y Argelia, donde continuó realizando labores de captación para la citada organización.