El Ejército del Aire y del Espacio informó del primer envío de material de dos drones ‘Predator-B’ y una estación de control desde el Ala 23, en la Base Aérea de Talavera La Real, al Aeródromo Militar de Lanzarote.
El ‘Predator B’ es un avión pilotado a distancia de reconocimiento estratégico, con una autonomía de más de 27 horas, y que puede operar a más de 15.000 metros de altura. Con una carga útil compuesta por un radar y cámaras infrarrojas, tendrá como misión la obtención de datos de inteligencia del norte de África desde el aeródromo ubicado en el municipio de San Bartolomé, en el centro de la isla.
De esta forma, el primero de los tres envíos previstos de material para el despliegue de estos drones ha aterrizado en la base de despliegue avanzado en el aeródromo de Lanzarote, con la colaboración del personal del Segundo Escuadrón de Apoyo al Despliegue Aéreo (Seada). Los miembros del Seada han logrado paletizar los elementos del sistema, llamado oficialmente NR-05, para su transporte en un avión A400.
En su día la Base Aérea de Talavera la Real fue designada como base de operación principal del ‘Predator B’, que es operado por los miembros del 233 Escuadrón. La ‘tripulación’ del dron está compuesta por un piloto y varios ayudantes, entrenados en una fase en España y en otra en Estados Unidos.
El ‘MQ-9 Predator B’ entró en servicio en España en 2019. Se trata de uno de los sistemas aéreos pilotados de forma remota más avanzados del mundo. Tiene más de 20 metros de envergadura, capacidad de captar imágenes y vídeos y va a ser utilizado en misiones de inteligencia, aunque Estados Unidos lo ha modificado para portar armamento y lo ha empleado desde hace años para la eliminación de objetivos terroristas.