La incertidumbre es total en el Tribunal Constitucional. Cuatro de los doce magistrados de este órgano institucional verán caducar su mandato este domingo con la incertidumbre sobre cuándo y cómo serán sustituidos.
La Constitución dicta que este tercio deben renovarlo Gobierno y Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), proponiendo dos candidatos cada uno, pero la falta de acuerdo entre PSOE y PP para pactar un nuevo CGPJ ha provocado que el actual no pueda nombrar a los suyos, lo que arroja dudas sobre si Moncloa puede actuar sola.
Feijóo prepara una propuesta
Este 12 de junio expira el mandato del presidente del TC, Pedro González-Trevijano, del vicepresidente Juan Antonio Xiol y de los magistrados Antonio Narváez y Santiago Martínez-Vares. En su día, González-Trevijano y Narváez fueron los dos propuestos por el Gobierno de Mariano Rajoy, mientras que Xiol y Martínez-Vares fueron los nominados por el CGPJ.
La Constitución establece en su artículo 159 que "los miembros del Tribunal Constitucional serán designados por un período de nueve años y se renovarán por terceras partes cada tres", siendo nombrados por el Rey "cuatro a propuesta del Congreso por mayoría de tres quintos de sus miembros; cuatro a propuesta del Senado, con idéntica mayoría; dos a propuesta del Gobierno, y dos a propuesta del Consejo General del Poder Judicial".
Y aquí, en el desacuerdo entre PSOE y PP para renovar el Consejo General del Poder Judicial, reside el problema.
Precisamente el líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, ha anunciado que prepara un borrador con una propuesta de "regeneración" para el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y otros órganos constitucionales, así como una oferta de pacto en materia de seguridad y OTAN que trasladará al jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez.
En sus dos meses al frente de la Presidencia del PP, Feijóo ha subrayado en reiteradas ocasiones que son un "partido de Estado" y están dispuestos a tender la mano al Gobierno para cerrar acuerdos, sobre todo en materia económica ante la elevada inflación. No obstante, en 'Génova' admiten que los "insultos" y la "crispación" que se ha visualizado estas semanas empeora el clima para cerrar consensos.