El presidente del Consejo General del Poder Judicial, Vicente Guilarte, ha subrayado que "se ha agotado el tiempo de la política" y que "hay que buscar formulas alternativas" para renovar el CGPJ y evitar lo que ocurre con el PSOE y el PP, que "cada uno tiene su interés en captar el espacio entre los jueces".
En un acto sobre "Las salidas para renovar el CGPJ", Guilarte se ha confesado igual de "escéptico" que en sus últimas intervenciones, ya que él ofreció una fórmula para desbloquear el órgano de gobierno de los jueces pero "no hay manera", pese a quedar claro que "el sistema ha fallado".
"Hoy seguimos en manos de la política, cada uno tiene su interés en captar el espacio entre los jueces, se ha agotado el tiempo de la política, hay que buscar fórmulas alternativas", ha dicho Guilarte si bien a renglón seguido ha aseverado: "nadie me hace caso".
Además, ha advertido del peligro de que, con el sistema actual parlamentario, se nombren "activistas" para ocupar las plazas de vocales en el CGPJ, lo que va a alcanzar a los casi 100 cargos judiciales que están vacantes, los cuales "van a tener un estigma político". Aunque se renueve ahora, "la realidad va a ser caótica".
Sí que ha descartado la dimisión en bloque de los vocales, porque "el Consejo tiene más funciones como la independencia judicial" y, además, "no se puede generar un mayor conflicto institucional". "Debemos mantenernos", ha añadido.
También ha intervenido el magistrado del Tribunal Constitucional y exministro de Justicia, Juan Carlos Campo, quien ha defendido que "la única solución es el cumplimiento de la ley" para así "romper las telas de araña" que se han forjado alrededor del CGPJ.
Campo se ha abierto a reformar la ley pero ha dicho que "no puede servir de excusa" para el bloqueo dejando claro que existe "la obligación de buscar una solución" para acabar con este "deterioro".
En un tono más político, su antecesor en el ministerio Rafael Catalá ha dicho que si bien el bloqueo se debe a "responsabilidades compartidas" entre PSOE y PP, "hay mayor responsabilidad por parte de quien ejerce el Gobierno porque tiene más iniciativa".
La solución pasa por "la renovación conforme al sistema actualmente establecido pero con una reforma paralela" y "no con una solución unilateral que obligue a nadie a rendirse", aunque duda de que haya capacidad o consenso para ello.
Más pesimista ha sido el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, Celso Rodríguez, que ha considerado que "el clima político hace muy difícil confiar en una salida". Tras reconocer que "no hay plan B", ha mencionado que la única vía pasa por "renovar y simultáneamente comenzar la reforma", pero no lo ve posible "después de tantos fracasos", por eso es "imprescindible encontrar una fórmula que evite esto en un futuro".