El director de la Oficina Regional para Europa de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Hans Kluge, ha avisado este viernes de que sólo en España y Portugal ya han muerto este año más de 1.700 personas como consecuencia de la ola de calor.
"Sin precedentes. Alarmante. Apocalíptico. Estos son solo algunos de los adjetivos que se utilizan en las noticias, ya que amplias zonas de la Región Europea de la OMS sufren feroces incendios forestales y temperaturas récord en medio de una ola de calor continua y prolongada. El cambio climático no es nuevo. Sus consecuencias, sin embargo, aumentan temporada tras temporada, año tras año, con resultados desastrosos", ha dicho.
En este sentido, el dirigente europeo de la OMS ha recordado que la exposición al calor extremo a menudo exacerba las condiciones de salud preexistentes, y que los golpes de calor y otras formas graves de hipertermia (una temperatura corporal anormalmente alta) causan sufrimiento y muerte prematura, especialmente en los bebés, niños y personas mayores.
Precisamente por ello, la región europea de la OMS ha elaborado una guía para ayudar a los países a prepararse ante eventos de calor extremo y, de hecho, se ha demostrado que cuando cuentan con planes de acciones integrales se salvan vidas.
Dicho esto, ha destacado la importancia de evitar el calor "tanto como sea posible" e, incluso, por las noches; no dejar a los niños y animales en vehículos estacionados; beber líquidos; usar ropa ligera y holgada; darse duchas o baños fríos; evitar el calor, la cafeína y las bebidas azucaradas; mantener las casas frescas cerrando persianas y ventanas durante el día; y buscar atención médica si se tiene una enfermedad crónica, se toma medicación.
Ahora bien, el director de la Oficina Regional para Europa de la OMS ha avisado de que los eventos de calor ocurridos estas semanas apuntan una vez más a la necesidad "desesperada" de una acción paneuropea para abordar de manera efectiva el cambio climático, la crisis general de nuestro tiempo que amenaza tanto la salud individual como la existencia misma de la humanidad.
Para que esto suceda, Kluge ha comentado que los gobiernos deben demostrar voluntad política y liderazgo genuino en la implementación del Acuerdo de París global sobre el cambio climático, con la colaboración reemplazando la división y la retórica vacía.
"Los Estados miembros de la OMS/Europa ya han demostrado que pueden trabajar juntos en amenazas urgentes para la salud mundial. Es hora de que lo hagamos nuevamente, trabajando más allá de los límites ministeriales y nacionales para abordar las causas fundamentales del cambio climático, tomando decisiones sabias y de gran alcance para el bien común", ha zanjado.