Las seis procesiones de la Madrugá de Sevilla, las más populares de la ciudad, han podido salir a hacer su estación de penitencia gracias al buen tiempo, pero han tenido que sobreponerse a los desórdenes provocados por carreras simultáneas entre el público al paso de los cortejos procesionales.
Tras esos sucesos, registrados a las 04.10 horas, cuando las seis procesiones con 10.000 nazarenos estaban en las calles del centro de Sevilla, la Policía ha detenido a tres delincuentes comunes y con antecedentes por desorden público, dar golpes al suelo y gritar con amenazas en el entorno de la calle Marqués de Paradas de Sevilla.
Además, la Policía está instruyendo diligencias por desorden público contra otras dos personas más por gritar y asustar a la gente, según los testimonios recabados en la calle Argote de Molina, cercana a la Catedral.
En esas zonas se han registrado carreras entre el público que han afectado a los cortejos procesionales, algunos de cuyos nazarenos, sobre todo los más jóvenes, se quitaron el capirote y salieron corriendo.
La información del Ayuntamiento de Sevilla agrega que aún se están analizando completamente todos los datos disponibles para determinar los motivos de lo ocurrido, pero concluye que "no hay causas de alarma".
Testigos presenciales han relatado que, debido en parte a la psicosis de atentados en zonas públicas registrados en Europa, se han producido escenas de pánico.
Sin embargo, numerosos ciudadanos también han contribuido a apaciguar el nerviosismo insistiendo en que no pasaba "nada", mientras que desde el Ayuntamiento se han hecho llamamientos a la calma.
En las redes sociales se han publicado vídeos en los que se ven cortejos interrumpidos y a la Policía interviniendo, y algunos de músicos de la Esperanza de Triana han informado de que no podían continuar hasta el final del trayecto por las lesiones, pérdidas y deterioros de instrumentos.
Los sucesos ocurridos hoy han recordado a los registrados en la Madrugá del año 2000, cuando hubo numerosos avalanchas que causaron decenas de heridos leves y la interrupción momentánea del recorrido de las procesiones más populares de la ciudad.
Esos sucesos se investigaron judicialmente pero la causa se archivó porque no se encontraron culpables, mientras que el entonces alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín (PSOE), atribuyó los incidentes a grupos de "niños pijos" que, con gritos de falsas alarmas, decidieron de forma coordinada y simultánea asustar a los ciudadanos con carreras.
Una vez repuesto de los incidentes de esta noche, las procesiones han retomado sus recorridos, aunque en numerosos lugares con menos público de lo habitual por el contagio del miedo provocado por las carreras.
Una hermandad, el Silencio, ha acelerado su paso y ha llegado al templo media hora antes de lo previsto.
Sin amenaza de lluvia y una temperatura de unos 14 grados, la jornada se presentaba favorable y las procesiones comenzaron a medianoche sus estaciones de penitencia, la primera, la Macarena, símbolo del fervor religioso popular, a cuyo paso se han sucedido lluvias de pétalos y gritos de "guapa, guapa".
El resto de los cortejos religiosos, de tradición secular, fueron saliendo durante la madrugada de sus templos. En completo silencio lo hizo otra de las cofradías más populares, El Gran Poder, conocido como el Señor de Sevilla, a cuyo paso solo se oye el roce entre el suelo y las zapatillas de los costaleros que lo cargan en la espalda.
Esta noche es la más esperada por los cofrades sevillanos, que también siguen con fervor el resto de las 65 cofradías de la ciudad, pero las emociones con las seis que completan su estación de penitencia de madrugada son especiales.
En la misma noche procesionan, además de la Macarena y El Gran Poder, la Esperanza de Triana, Los Gitanos, El Silencio y El Calvario, unas con bandas de música completísimas y otras sin ningún tipo de acompañamiento.
Saetas les han cantado a todas las imágenes, de Cristo o de Virgen, con la diferencia de que en algunos casos se han aplaudido y vitoreado estos cantes flamencos de origen religioso y en otros concluyen con el mismo silencio sepulcral que había antes de empezar a cantarlos.
Hasta el momento han llegado a sus templos tres de las seis hermandades de la madrugada, y la última de ellas que lo hará, si se cumplen los horarios previstos, es la Esperanza de Triana a las 14.00 horas.