Pedro Sánchez rechaza las 35 horas laborales de Podemos

  • "El que haya gobiernos con distintas fuerzas parlamentarias no me parece una mala noticia"
  • No subirá los impuestos a las clases medias pero si a las grandes empresas

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, se ha mostrado contrario a reducir la jornada laboral a 35 horas semanales, como propone Podemos, al que ha acusado de copiarle alguna de sus propuestas económicas, como la de recoger el derecho a la alimentación en la Constitución.

Sánchez ha desgranado los ejes de su programa económico en el Foro Cinco Días en Madrid, en el que se ha comprometido a mantener la jubilación a los 67 años, no subir los impuestos a las clases medias, pero sí a las grandes empresas, y reducir las cotizaciones a la Seguridad Social, compensándolo con el aumento de otros ingresos fiscales.

El líder del PSOE ha subrayado que su propuesta económica es "mucho más sensata, rigurosa y de izquierda" que la de Podemos, al que ha pedido mas concreción para saber su definición ideológica, pese a alegrarse de que ahora reconozca que "la socialdemocracia es la receta para salir de la crisis".

Según Sánchez, después de haber "renegado" del programa con el que concurrió a las europeas, Podemos ha copiado algunas ideas del PSOE, como la de constitucionalizar el derecho a la alimentación o la de que haya más mecanismos de financiación pública.

"Me gustaría que fueran consistentes, que no cayesen en el oportunismo ideológico y que nos dijesen qué son para saber a quién nos enfrentamos y con quién debatimos", le ha requerido.

EL QUE HAYA GOBIERNOS CON APOYOS DE OTRAS FUERZAS POLÍTICAS NO ME PARECE UNA MALA NOTICIA

Preguntado si estaría dispuesto a entablar un pacto con el PP para dar estabilidad a la recuperación económica, Sánchez ha alimentado el debate sobre las posibles alianzas que pueda sellar si llegar al poder, aunque sin concretar favoritismos.

Ha dejado claro que es más "sano" para la democracia que haya gobiernos que cuenten con el apoyo de otras fuerzas políticas, porque "lo pésimo son las mayorías absolutas, porque a final cercenan el debate parlamentario y dejan que las reformas se planteen con un sesgo".

"El que haya gobiernos con distintas fuerzas parlamentarias no me parece una mala noticia, al contrario, creo que es sano para la democracia y para el Parlamento, porque en el Parlamento se pueden deliberar muchísimas cuestiones que ahora están fuera del debate porque el rodillo parlamentario del PP lo impone", ha argumentado.

Sánchez ha recalcado que su propósito es construir un "proyecto de izquierda transformadora, no de izquierda conservadora", lo que supone un "proyecto de izquierdas" que atraiga a los votantes de "centro" y que no vaya "contra nadie".

En el desmenuzamiento de su plan, Sánchez se ha opuesto a implantar la jornada laboral de 35 horas porque reduciría aún más el poder adquisitivo de la gente y elevaría los costes de trabajo. "Ni una cosa, ni la otra, son desde el punto de vista económico, lo que necesita nuestro país", ha apuntado el líder socialista, quien ha discrepado del contrato único de trabajo, aunque ha visto bien reducir el número de contratos.

Sánchez ha garantizado que no subirá los impuestos a las clases medias y trabajadoras, pero sí a las grandes fortunas, a las que ha pedido una "mayor conciencia fiscal" para contribuir en mayor grado al desarrollo del país.

Además de elevar el impuesto de sociedades para las grandes empresas para aliviar la carga fiscal de las pymes, ha defendido eliminar "muchas de las deducciones" que hay en la actualidad por ser una vía de escape para pagar menos impuestos.

Ha abogado asimismo por reducir los tipos de IRPF y que tributen más las rentas del capital y los rendimientos patrimoniales, además de "ampliar el abanico de instrumentos de ahorro de las personas". En vez de seguir recortando los sueldos, ha optado por aumentar el Salario Mínimo Interprofesional y por depreciar el euro para mejorar la competitividad y facilitar la exportación.

En materia de jubilación, Sánchez ha defendido mantenerla en 67, como aprobó el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, para contribuir al sostenimiento del sistema de pensiones.

Otra medida que ha apuntado es rebajar las cotizaciones a la Seguridad Social y buscar vías de financiación complementarias, como hacen otros países europeos, además de aumentar las pensiones mínimas en mayor proporción que las máximas para reducir la desigualdad entre sus perceptores.

Respecto a artículo 135 de la Constitución sobre el límite de gasto, ha reafirmado la necesidad de corregirlo y completarlo al estimar que su redacción actual "no refleja los ideales de sociedad que tiene la socialdemocracia española".

Sobre energía, ha sostenido que las renovables son "el presente y el futuro", ha rechazado la búsqueda de gas por fracturación hidráulica ("fracking") y, sobre las nucleares, se ha inclinado por el cierre paulatino de las que vayan cumpliendo 40 años.