El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, considera que la decisión del Gobierno de Argentina de expropiar el 51% de YPF rompe el "buen entendimiento" que siempre ha presidido las relaciones entre España y Argentina, y considera que es un hecho "puntual" en América Latina, pese a que sienta un "grave precedente" en una economía cada vez más global.
Durante su intervención en el Foro Económico Mundial que se celebra Puerto Vallarta (México), Rajoy ha reconocido su "profundo malestar" por la decisión del Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner y cree que es "negativa para todos".
En concreto, el presidente del Gobierno español ha incidido en que esta decisión perjudica a la empresa, que se ha visto expropiada "sin justificación alguna ni razón económica", ya que, en su opinión, no hay nada que explique lo ocurrido.
Además, ha subrayado que también es perjudicial tanto para España como para Argentina, cuya reputación internacional se podría ver muy afectada por esta decisión.
En esta línea, ha advertido de que este hecho también es negativo para el "esfuerzo encomiable" que están haciendo los países latinoamericanos para hacer del continente un destino atractivo para la inversión y el comercio internacional.
Rajoy cree que acciones "puntuales" como esta que podrían ser interpretadas erróneamente y hacer daño a la zona. "Lo que le ha pasado ayer a una empresa española, alguien puede pensar que puede ocurrirle mañana a cualquier otra inversión, esto sienta un grave precedente en una economía cada vez más global", avisa.
En su opinión, el esfuerzo realizado por los países de América Latina no debe verse empañado "de ninguna manera" por un hecho como este, por lo que se ha comprometido ante los asistentes al Foro a trabajar para que esto no sucede, porque sería "sumamente injusto" con estas economías.
En este sentido, ha asegurado que el Gobierno español va a trabajar "con intensidad y con perseverancia" para defender tanto los legítimos intereses de una empresa española que ha contribuido al desarrollo de Argentina, como un modelo de relaciones internacionales y comerciales basadas en el respecto mutuo y la seguridad jurídica, "principios básicos y elementales para el bienestar colectivo".
Así, ha incidido en que cuando se defiende estos principios, se defiende el bienestar de las personas, su progreso y su riqueza, además de contribuir a que mucha gente puede mejorar y llevar una vida digna. "Estos valores están en juego y se ponen en tela de juicio cuando se toman decisiones que se miren como se miren son muy difíciles de comprender", ha concluido.