El presidente del Gobierno y líder del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Pedro Sánchez, ha asegurado este sábado en Bucarest, durante un encuentro del Comité de Europa de la Internacional Socialista, que los partidos de esta formación son la "última línea de defensa" ante la ultraderecha, y que el antídoto ante su avance es gobernar y atender los problemas de la gente.
En un discurso en inglés, que fue retransmitido parcialmente en directo por redes sociales, Sánchez dijo que "no hay mejor antídoto contra el populismo reaccionario que un Gobierno que se ocupe de los problemas reales de nuestro pueblo. Esta es, creo, la manera de combatir la frustración y la ira de las que se alimenta (la extrema derecha)".
Añadió que la socialdemocracia ha demostrado que sus valores y principios han tenido éxito en las últimas crisis, como la de la pandemia o la energética.
"Así que no se trata de tener razón. Se trata de ganar, de ganar elecciones. Pero no sólo ganar en la batalla de las ideas (...), sino también en la batalla de las acciones concretas", afirmó, mencionando, por ejemplo, la subida del salario mínimo de los trabajadores o reforzando el Estado del bienestar.
"Debemos convertir esta victoria moral en una victoria real, porque esta es la manera de impedir que gobierne la extrema derecha, como está haciendo Marcel en Rumanía y, por supuesto, yo mismo en España", dijo en referencia a Marcel Ciolacu, primer ministro de Rumanía y líder del Partido Social Demócrata de ese país.
Sánchez reconoció que las fuerzas de ultraderecha están avanzando en Europa no sólo electoralmente sino también "imponiendo sus esquemas" a los partidos de la derecha convencionales que, dijo, son "incapaces de resistir su empuje".
El presidente del Gobierno acusó a los partidos conservadores de asumir cada vez más el discurso de la ultraderecha en temas como la inmigración, la igualdad o la lucha contra el cambio climático.Unos partidos, con los que dijo, el socialismo no puede contar ahora mismo para enfrentar a la extrema derecha.