Una potente explosión de un coche-bomba aparcado en el centro comercial Hipercor de Barcelona, hoy hace 30 años, causó la peor masacre perpetrada por la banda terrorista ETA, que asesinó a 21 personas, cuatro de ellas niños, y causó heridas a otras cuarenta y cinco. El golpe del "comando Barcelona", ordenado por Santiago Arróspide "Santi Potros" y por el que fueron condenados también los etarras Domingo Troitiño, Josefa Ernaga y Rafael Caride Simón, supuso un giro radical en la forma de actuar de la banda, ya que se trató de un ataque indiscriminado y por primera vez todas sus víctimas fueron civiles.