El volcán kilauea, en hawai, lleva 35 años expulsando lava sin cesar. Hacía mucho tiempo, sin embargo, que no lo hacía en en tanta cantidad, ni de manera tan espectacular como en las últimas horas.
A la erupción de lava acompañan fumarolas de vapor que alcanzan gran altura. El flujo de lava puede volverse peligroso si se dirige a lugares habitados.
Y el volcán tiene potencial como para pasar a un modo de erupción explosiva, como ocurrió hacia el año 1500, cuando escupió una fuente de lava de hasta 600 metros de altura.