El torero Iván Fandiño, herido de gravedad en Las Ventas, se encuentra "estable" en una habitación de planta de la clínica de la Fraternidad de Madrid, pero su comparecencia en su segunda tarde en San Isidro, el próximo día 30, está "descartada" debido a los importantes destrozos musculares.
Así lo ha manifestado el cirujano jefe de la plaza de toros de Las Ventas, el doctor Máximo García Padrós, quien ha apostillado que "por mucha raza y muchas ganas que tenga de volver a torear cuanto antes, una semana es muy poco tiempo para recuperarse", por lo que su presencia en la corrida de Adolfo Martín es "inviable".
No obstante, Fandiño ha pasado la noche "sin fiebre aunque con dolores", esta misma mañana ha acudido el doctor Padrós a curarle la herida y ha podido observar que "evoluciona según lo previsto, drena bien y, de momento, parece que todo sigue su curso normal", afirmó.
"Moralmente le he visto estupendo, feliz por haber conseguido cortar la oreja a ese toro que le hirió, y sabe que la repercusión que ha tenido su actuación ha sido importante, y, en ese sentido, se encuentra satisfecho porque su objetivo era, como él dice, salir por una puerta o por la otra", apostilló Padrós.
Aún es pronto para establecer plazos más concretos en cuanto a su alta hospitalaria y, más aún, sobre cuándo podrá volver a los ruedos, aunque, con las lesiones musculares que tiene, "un mes no se lo quita nadie", reconoció el doctor.
"Luego todo dependerá de él mismo, porque los toreros son tan imprevisibles, que acortan los plazos de una manera, a veces, tan alarmante que, a lo mejor, le tenemos en los ruedos antes de lo previsto, sin embargo, en Madrid, por San Isidro, va a ser imposible que llegue", finalizó el doctor.
Fandiño cayó herido en la tarde de ayer cuando entraba a matar por segunda vez a su primer toro, segundo del festejo, al tirarse tan entregado que, en el embroque, el toro le "cazó" de forma certera en la cara interna del muslo derecho, alzándole y girando el pitón en el aire.
El de Orduña, pese a querer quedarse en el ruedo tras el percance, no le quedó más remedio que ser trasladado a la enfermería antes de que cayera el toro agresor, al que acabó cortando una oreja después de haber estado, anteriormente, valiente, firme y muy capaz en una de las faenas más importantes y emocionantes de toda la feria.
Fandiño fue operado en la enfermería de "cornada en tercio medio, cara interna del muslo derecho, con una trayectoria ascendente de 25 centímetros que causa destrozos en músculo cuádriceps, contusiona el fémur y alcanza cara externa en tercio superior de este muslo. Contusión de vasos femorales, con rotura de colaterales, y contusión en región dorsal. Pronóstico grave".