La reina Sofía cumple este miércoles 84 años, una edad a la que llega con buen estado de salud y centrada en su actividad institucional como miembro de la Familia Real y en la labor social que desarrolla al frente de la fundación que lleva su nombre.
“Su secreto es que no para”, apuntan fuentes de su entorno para justificar su aspecto saludable y su deseo de seguir activa en las responsabilidades que tiene asignadas.
Aunque de manera intermitente, Felipe VI sigue contando con su madre para representar a la Corona, también en el extranjero, o para asistir a actos oficiales como la ceremonia de los Premios Princesa de Asturias celebrada el pasado viernes, en la que, como es tradición, estuvo junto a los reyes y sus hijas.
Su tarea como presidenta de la Fundación Reina Sofía es la que le ocupa más tiempo por su interés en continuar volcada en diversas causas sociales, como la situación de los bancos de alimentos, la lucha contra las enfermedades neurodegenerativas o la limpieza del medio ambiente.
La pandemia frenó su participación en actos públicos, pero una vez que se han levantado todas las restricciones sanitarias, los ha incrementado paulatinamente.
Doña Sofía sigue viviendo en el Palacio de la Zarzuela junto a su hermana Irene, su principal apoyo.Con ella viajó hace unos días a Atenas para visitar a su otro hermano, Constantino, cuyo estado de salud es delicado, lo que le obliga a estar en silla de ruedas por sus problemas de movilidad.
La madre de Felipe VI se contagió de covid-19 en mayo, lo que coincidió con la presencia del rey Juan Carlos en la Zarzuela al término de su primer viaje a España desde su marcha a Emiratos Árabes Unidos en agosto 2020.
No hay constancia de que doña Sofía haya visitado en Abu Dabi al rey emérito, cuyo 60 aniversario de boda se conmemoró el pasado 14 de mayo.
Ambos estuvieron juntos en Londres en el funeral de Isabel II junto a los reyes el 18 de septiembre por los estrechos lazos familiares y personales que tenían con la monarca británica.