El Rey Felipe VI ha zanjado con un "todo está bien" la pregunta que una reportera le ha hecho esta mañana tras visitar a su padre en el hospital sobre la "imagen de unidad" ofrecida hoy por la Familia Real, una semana después de la polémica causada por las imágenes de la salida de la Catedral de Palma.
Don Felipe ha dicho que cree que su padre "tardará poco" en volver a casa una vez que reciba el alta hospitalaria, porque la recuperación de la operación de rodilla a la que se sometió ayer el anterior jefe del Estado "va muy bien".
Lo ha dicho tras visitar a don Juan Carlos en el Hospital Universitario Sanitas La Moraleja junto a la Reina Letizia, la Princesa de Asturias, la Infanta Leonor y la Reina Sofía, que se ha quedado en el centro para pasar más tiempo junto a Juan Carlos I.
Don Felipe ha atendido brevemente a los periodistas que hacían guardia a las puertas del hospital para confirmar la satisfactoria evolución de su padre.
Les ha señalado que "todo va bien" en su recuperación, que "todo está perfecto" y que podrá volver "a casa" cuando lo diga el médico, algo que él cree que ocurrirá dentro de poco porque evoluciona muy favorablemente, después de haber pasado esta mañana a una habitación de planta tras permanecer 24 horas en observación en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).
Seguidamente el Rey se ha dirigido, junto a doña Letizia y sus dos hijas, a su vehículo particular, el mismo que había utilizado para desplazarse al hospital, acompañados todos de doña Sofía.
Los dos Reyes han abierto las puertas traseras del vehículo a la Princesa Leonor y la Infanta Sofía, mientras algunas personas situadas en la acera de la calle donde está el hospital les saludaban y les hacían fotos con sus móviles.
"Sofía, Leonor, que sois muy bonitas", se ha escuchado gritar a una señora, mientras otra decía: "¡Ánimo!".
Poco más de media hora antes, cuando los Reyes, sus hijas y la Reina Sofía llegaban en el mismo coche al hospital, las cámaras captaban los detalles sobre la manera en que salían del vehículo, con doña Letizia abriendo la puerta a su hija mayor y a su suegra.
Después posaban, muy sonrientes, para la prensa, con doña Sofía agarrada de la mano de sus nietas y los Reyes a un lado, mientras se escuchaban aplausos espontáneos.
Las sonrisas, los gestos y todos los movimientos de la Familia Real se producen justo una semana después de las polémicas imágenes de la salida de todos ellos, junto al Rey Juan Carlos, de la Catedral de Palma, tras asistir a la Misa de Resurrección.
En aquellas imágenes aparentemente se observaba un desencuentro cuando la Reina se cruzó para impedir una foto de sus hijas Leonor y Sofía con su abuela, un escenario muy distinto a lo que ha ocurrido esta mañana a las puertas del Hospital La Moraleja.