Un terremoto de 7,4 grados causó anoche la muerte de al menos tres personas y heridas a 132 más, a la vez que dio lugar a una filtración de agua procedente de una piscina de combustible atómico de la central nuclear de Onagawa. La fuerte réplica de la noche del jueves, con epicentro frente a la costa de la provincia de Miyagi, también ha interrumpido el suministro eléctrico en una gran parte del noreste nipón.
El temblor hizo que en la central nuclear de Onagawa, en la provincia de Miyagi, el agua donde se sumergen las barras de combustible nuclear usado se filtrara, según informó la operadora de la planta, Tohoku Electric Power. En total, pudieron escaparse al exterior 3,8 litros de agua, aunque también se han encontrado filtraciones de agua en otros cinco puntos de la planta, que tiene tres reactores nucleares.
Otras dos centrales atómicas del este de Japón han tenido que recurrir a generadores de emergencia tras perder el suministro eléctrico externo por el fuerte terremoto, que tuvo lugar media hora antes de la medianoche del jueves. La planta de Onagawa, muy cercana al epicentro del seísmo, perdió dos de sus tres líneas eléctricas externas, aunque por el momento está refrigerando sus piscinas de combustible usado con la línea de suministro restante, según la Agencia de Seguridad Nuclear de Japón. Onagawa, que estaba parada desde el devastador seísmo del 11 de marzo, sufrió la suspensión temporal de los sistemas de refrigeración tras la réplica de ayer, aunque finalmente los técnicos los recuperaron.
La central de Higashidori, en Aomori, se quedó tras el terremoto sin el suministro eléctrico externo y ahora está funcionando con generadores diesel de emergencia, aunque en el momento del seísmo estaba siendo revisada y no se ha informado de problemas. También en Aomori, la central de procesamiento de residuos nucleares de Rokkasho se quedó sin electricidad y opera con generadores de emergencia. En la central de Fukushima Daiichi, afectada por graves filtraciones por el terremoto y posterior tsunami de hace casi un mes, no se ha detectado un aumento de la radiación fuera de lo normal, según la agencia nuclear.
Ninguno de los operarios de Fukushima Daiichi resultó herido y las operaciones para bombear agua a los reactores 1, 2 y 3 no se vieron afectadas, como tampoco la inyección de nitrógeno en la unidad 1 para prevenir una explosión de hidrógeno, informó TEPCO, operadora de la planta.
El parón en tres plantas térmicas de generación eléctrica tras el terremoto ha resultado en cortes de luz en una amplia zona del noreste de Japón, apagones que afectan ahora a 3,5 millones de hogares y que se suman a problemas en las conducciones de gas y agua. Tohoku Electric Power informó de apagones en la mayor parte de las provincias de Aomori, Iwate y Akita, así como en algunas zonas de Miyagi, Yamagata y Fukushima. Tres líneas de tren de alta velocidad o Shinkansen, Yamagata, Akita y Tohoku, tienen servicios suspendidos en algunos tramos, mientras se mantienen con retrasos o cancelaciones 29 líneas ferroviarias en la región noreste de Japón.
El seísmo, que ocurrió a las 23.32 horas del jueves (14.32 GMT) y motivó una alerta de tsunami que fue levantada hora y media después, tuvo una intensidad de 6 en la escala japonesa cerrada de 7, por lo que se considera la réplica que se ha sentido con mayor fuerza desde el terremoto del 11 de marzo.