Se le conoce ya como turismo reproductivo. Es el que se está dando por ejemplo en el Pais Vasco donde se ha notado un considerable aumento de mujeres francesas que vienen a nuestro pais a someterse a un tratamiento de fertilidad. No es por una cuestión económica, sino legal.
En Francia la legislación prohibe a las mujeres solas acogerse a tratamientos de reproducción asistida. Es por ello que la demanda de este tipo de tratamientos se ha disparado en los últimos tiempos en las clínicas españolas especializadas en este tipo de tratamientos.
Entre mujeres solteras de unos 40 años y parejas de mujeres se calcula que en el último año han aumentado un 300% la demanda de este tipo de tratamientos en San Sebastián por parte de nacionales franceses que ya constituyen el 35% de su clientela.
Además en algunas de estas clínicas se dan técnicas punteras que permiten seguir la evolución del embrión en tiempo real. Un tratamiento que cuesta entre 700 y 7.000 euros.