5 monumentos religiosos que tienes que visitar en Madrid
En Madrid hay mucho que ver y hay cinco lugares a los que tienes que ir, si aún no lo has hecho
REDACCIÓN
Madrid tiene mucho que ver, mucho que visitar, muchos rincones por los que perderse, mucha historia y muchos monumentos, pero hay algunos que son imprescindibles, algunos que tienes que visitar, al menos, una vez. Estos son algunos de los que no te puedes perder:
San Antonio de la Florida
Está decorada con frescos que pintó Goya. Está muy vinculada al pintor, cuyos restos se trasladaron a esta ermita en 1919
En realidad son dos ermitas, una con las pinturas de Goya está habilitada como museo y la otra está dedicada al culto religioso. La primera se encarga al arquitecto madrileño José Benito de Churriguera y se levantó en 1720. En 1768 el rey Carlos III ordena su demolición para una remodelación urbanística y la construcción de una nueva ermita, que de nuevo es demolida, años después por Carlos IV para reubicarla de nuevo.
La ermita se volvió a levantar en 1798, desplazada hacia el norte y Goya pinta sus murales. A principios del siglo XX preocupaba el estado de los frescos y para preservarlos se levanta una nueva ermita, gemela, para realizar en ella el culto religioso
Las visitas son gestionadas por el Ayuntamiento de Madrid. Hay visitas guiadas los sábados a las 11:00 y las 11:30 h . El sábado Santo no hay visitas
Basílica de San Francisco El Grande
Su nombre oficial es Basílica de Nuestra Señora de los Ángeles. Fue construida en estilo neoclásico en la segunda mitad del siglo XVIII en el lugar donde se levantaba una ermita dedicada a la virgen María, ya desaparecida. Forma parte del convento franciscano de Jesús y María, fundado a principios del siglo XIII
Destaca su cúpula que, con 33 m de diámetro y 58 m de altura (72 m desde el suelo), es una de las más grandes de todo el mundo, sólo por detrás del Panteón de Agripa en Roma y San Pedro del Vaticano
En su interior un museo custodia, entre otras piezas artísticas, obras de Goya y Zurbarán.
Monasterio de la Encarnación
Lo ordenó construir, a comienzos del siglo XVII, la Reina Margarita de Austria, esposa de Felipe II tras ver el Monasterio de las Descalzas Reales fundado por Juana de Portugal en Madrid, razón por la que, durante mucho tiempo, fue conocido entre los madrileños como ‘Las margaritas’
Para construirlo el rey compró las casas de los marqueses de Pozas y las derribó. Por deseo de la reina, que visitaba con frecuencia el monasterio, se construyó un pasadizo que iba desde el monasterio hasta el Real Alcázar
Se puede visitar de lunes a viernes por la mañana (10:00 a 14:00 h) y por la tarde (16:00 a 18:00 h). Los domingos y festivos está abierto de 10:00 a 15:00 h
Monasterio de las Descalzas Reales
Es un monasterio de monjas de clausura, fundado con el nombre de Nuestra Señora de la Visitación en el siglo XVII. Aunque la iglesia estaba sin terminar, se inauguró en 1559 con una gran fiesta y procesión a la que asistió toda la familia real.
Del claustro del monasterio parte, el Viernes Santo, la procesión del Santo Entierro acompañada de música antigua de los tiempos de la fundación del edificio. Procesiona un Cristo yacente de Gaspar Becerra que es llevado a varas (sin urna) y para la ocasión, en ocasiones se cuelgan tapices flamencos diseñados por Rubens.
En una capilla del claustro estuvo durante siglos el cuadro La Anunciación de Fra Angélico, hasta que en 1862 fue trasladado al Museo del Prado.
Sólo se realizan visitas guiadas. De martes a Sábado de 10:00 a 14:00 h. y de 16:00 a 18:30 h. Los miércoles y jueves por la tarde, la entrada es gratuita
Basílica de Jesús de Medinaceli
El Cristo de Medinaceli es uno de los que más devociones tiene entre los madrileños, razón por la que también se le conoce como ‘Señor de Madrid’.
La efigie mide 1,73 m y es de mitad del siglo XVII. En 1681 cayó en manos del sultán Muley Ismail, que la envió a la ciudad de Mequinez (Marruecos), donde fue arrastrada por las calles en señal de victoria. Un padre trinitario, testigo de la escena, ofreció al rey el peso de la talla en oro para recuperarla. La historia del milagro cuenta que en ese momento la imagen redujo mucho su peso y no resultó tan caro comprarla.
La imagen ha viajado mucho, ha estado en Valencia y Cataluña y también en Francia y en Ginebra, donde participó en una exposición en el palacio de la Sociedad de Naciones. Ya en Madrid, la imagen se empezó a conocer como ‘Jesús de Medinaceli’ porque la capilla en que se custodiaba se había levantado en unos terrenos del Duque de Medinaceli. La Basílica se levantó en 1930 darle a la imagen