Tener una piscina privada en casa se ha convertido en un auténtico negocio porque con la llegada del verano son muchas las personas que alquilan estos espacios particulares para pasar una tarde con familia y amigos.
Este Airbnb de las piscinas está en auge y cada vez son más los propietarios que tienen una vivienda con jardín y piscinas los que toman la decisión de alquilarlos por horas a desconocidos para sacarse unos ingresos extra.
En 120 Minutos hemos hablado con Gerard Xalabaré, ceo de Cocopool, una aplicación especializada precisamente en esto, en el alquiler de piscinas privadas.
Gerard nos ha contado algunas de las condiciones que tienen que cumplir los propietarios como tener un baño a disposición de los ‘clientes’ para que puedan utilizarlo en la jornada de piscina. Un baño que puede estar dentro de la vivienda, intentando mantener la privacidad de los arrendadores, o uno portátil en el exterior de la casa.
En cuanto al aforo o a las normas a cumplir en los jardines privados, el propietario del inmueble es el que pone las condiciones como permitir o no llevar alimentos, permitir o no el baño de mascotas o el aforo máximo.