Ana Garrido, técnico durante veinte años en el Ayuntamiento de Boadilla,fue una de las testigos clave en una de las ramas de la trama Gürtel.
Asegura que recibió amenazas y fue acosada tras denunciar:
Asimismo, la exfuncionaria pide una nueva legislación que proteja a los denunciantes de la corrupción.