Barcelona seguirá los pasos de Nueva York en su normativa para prohibir completamente los pisos turísticos en los próximos cuatro años, una iniciativa con la que quieran frenar la proliferación de vivienda para este uso que ha dado lugar incluso a una nueva salida de negocio para los comercios de la zona que se han convertido en una especie de taquillas para recoger llaves o dejar maletas, aunque si el resultado es el mismo que en la gran ciudad estadounidense, este sistema no conseguirá su objetivo.
En Nueva York, desde hace 9 meses, impera la nueva Ley Local 18 que regula de manera muy estricta el alquiler temporal de menos de 30 días obligando al anfitrión a registrarse en el Ayuntamiento y, si no lo hace, no puede alquilar a través de plataformas como Airbnb.
Además, el arrendador está obligado a convivir con los inquilinos que máximo pueden ser dos y que no se pueden quedar solos en la vivienda, algo muy poco atractivo para los turistas.
Con esta ley, los grupos de más de dos personas no pueden alquilar este tipo de vivienda, al igual que las personas con más de una propiedad o las empresas gestoras que no pueden convivir a la vez con los inquilinos de las distintas viviendas, por lo que se quedan fuera del mercado.
El resultado de todo esto es que en Nueva York se han reducido los pisos anunciados en Airbnb un 75%, han pasado de 15.000 a 3.300 a fecha de febrero, aunque lo que sí se ha disparado es el alquiler en negro a traves de redes sociales como Instagram.
En conclusión, no ha aumentado el número de viviendas disponibles para alquiler de larga duración para los vecinos y tampoco han bajado los precios debido a ese negocio paralelo que está fuera de control.
¿Se expandirá este modelo elegido por Barcelona a otras zonas de España?
En Madrid el tema de los pisos turísticos sigue trayendo de cabeza a los vecinos de los barrios y hasta unos activistas han creado una web “para encontrar y cerrar” los pisos ilegales en la capital.
En 120 Minutos hemos hablado con Fernando de los Santos, del sindicato de Inquilinos e Inquilinas de Madrid, el problema de Madrid “es que este negocio está regulado” pero que “no se está cumpliendo la regulación”: “Hay 17.000 pisos turísticos y 16.000 son ilegales”.