El Gobierno de Portugal ha adoptado un paquete de medidas para fomentar el acceso al alquiler y dejará de conceder nuevas licencias para pisos del alquiler turístico, de manera que el censo oficial se quedará en las 108.500 viviendas de uso turístico registradas en diciembre de 2022.
Mucho más cerca, en Toledo, una persona que quiera alquilar piso encontrará 28 viviendas en alquiler en todo el casco histórico, frente a las 448 opciones de alquiler turístico disponibles.
Para frenar esta tendencia, el Ayuntamiento paralizará la tramitación de nuevas licencias y pondrá el límite de máximo el 20% de viviendas para piso turístico. Una vez aprobada la norma, se especificará el porcentaje de pisos turísticos que podrá haber en otras zonas.
El objetivo es evitar la situación que se vivió en algunos barrios de Lisboa en los que más del 60% de los pisos de alquiler eran de uso turístico.
El economista Josep María Raya señala que en España "no sabemos con absoluta certeza cuántos pisos turísticos hay porque es un mercado muy desregulado". "El exceso de pisos turístico ha hecho que las empresas dispongan muchos pisos de alquiler para el turismo y que perdamos pisos de uso tradicional".