Trabajar de pie, sin tiempo para descansar en un asiento o directamente sin asientos disponibles en el local de trabajo es una práctica común en miles de empresas españolas. España es el país de la Unión Europea con más empleados a los que se les exige estar de pie durante toda su jornada, según datos de Eurostat.
Esta problemática afecta directamente a la salud del trabajador fomentando la aparición de fatiga, dolores, alteraciones cardiovasculares y complicaciones en mujeres embarazadas. Afecta especialmente a cajeros, dependientes de comercios y trabajadores de hostelería y se entiende como "una cuestión estética, para dar buena imagen y que el cliente no vea al trabajador descansando".
Para la inspectora de Trabajo Ana Ercoreca, "si pides al trabajador estar de pie para que se vea su físico, eso sería discriminar y exigir un requisito físico que sería denigrante". "Por otro lado, no hay trabajo que obligue a que el trabajador este toda la jornada de pie y en 1912 ya se aprobaba en España la ley de la silla, para que toda empresa tenga u asiento disponible para que el trabajador pueda descansar".
"Hoy en día se incluye en la Ley de riesgos laborales de 1995 y a través de un Real Decreto de 1997 para establecer medidas que eviten que el trabajador sufra por estar de pie", explica.
Estar de pie durante periodos prolongados y en malas posturas "puede provocar una enfermedad profesional" y el trabajador "tiene que descansar con descansos o pausas, pudiendo apoyarse y evitar forzar un dolor de espalda que llevará a baja médica". Además, la bipedestación continuada reduce el aporte sanguíneo a los músculos y aumenta la probabilidad de daños degenerativos y de lesiones.