A pesar de ambos fallecimientos, el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias traslada un mensaje de “tranquilidad”, en línea con el Gobierno, ya que “el número de casos contabilizados a día de hoy están dentro de los esperados”.
Las autoridades confirman que no se observa un aumento alarmante de casos de hepatitis grave de origen desconocido en niños y "tampoco se percibe un aumento respecto a la media de casos de los últimos cinco años". El virólogo Raúl Ortiz de Lejarazu declara que “no hay motivo para la alarma y estos casos de hepatitis grave se han producido siempre”.
Una de las explicaciones que se ha manejado es que “durante el confinamiento se han alterado muchas enfermedades víricas en la infancia y puede que algunos virus que tenían transmisión muy importante en la infancia se han detenido y ahora con el reinicio de la normalidad los niños están en contacto con virus que antes eran habituales”. “La gripe también puede ser grave en algunos niños y el contacto ha fallado”.
Los datos reflejan que la mayoría de los menores diagnosticados son niñas (29 niñas y 16 niños) y destaca el grupo de edad de 0 a 5 años.