En las últimas horas se han sucedido las felicitaciones a la por su trabajo en los crímenes de los municipios toledanos de Otero y de Mocejón, donde sus presuntos autores han sido detenidos con celeridad gracias a la rápida actuación de los agentes, a pesar de los pocos efectivos de los que se dispone en el medio rural.
Concretamente en el crimen del pequeño Mateo, la patrulla de Seguridad Ciudadana tardó 40 minutos en llegar al lugar de los hechos, algo que denuncian desde la Asociación Justicia para la Guardia Civil (Jucil).
“En la zona de Castilla-La Mancha, estamos hablando de una comunidad de las más grandes de España, 80.000 kilómetros cuadrados de extensión donde solo trabajan 5.100 guardias civiles”, ha detallado Javier Montero, portavoz de Jucil.
Montero ha explicado que “en el caso concreto de Otero, la primera llamada la realizó un vecino y los tiros no se produjeron hasta media hora después. Pasada media hora, allí no había ninguna patrulla, y ese no es problema de la Guardia Civil”.
Y es que desde Jucil apuntan a que este crimen concreto donde ha sido asesinada una menor de 17 años a manos de la pareja de su madre “se podría haber evitado si hubiesen tenido más personal” ya que la patrulla hubiese llegado antes.
Javier Montero afirma que esta falta de personal “la llevan arrastrando años”, “mermando”, dice, “la seguridad en las zonas rurales de España”.
A la falta de efectivos se le suma la denuncia del despliegue actual de efectivos que consideran anticuado: “Lo que nos podemos soportar es cuarteles de dos o tres guardias civiles en poblaciones de 300-500 habitantes, hay que mantener esas infraestructuras y la gestión de recursos, ahora mismo, no está siendo eficiente”, ha detallado el portavoz de Jucil.