El calor extremo está siendo protagonista durante este verano, con prolongadas olas de calor que están haciendo que, en algunos puntos del mar Mediterráneo, la temperatura del agua supere los 30 grados lo que preocupa y mucho a los meteorólogos.
Y es que esta temperatura del agua puede provocar lluvias torrenciales a finales del mes de agosto.
¿La explicación?
Debido a que el Mediterráneo ha incrementado su temperatura en 5 grados, con respecto a su temperatura habitual para estas fechas, y si, a finales del verano no consigue enfriarse lo suficiente, o se sigue calentando, y en ese momento llega la inestabilidad o corrientes de aire frío, se darían las condiciones perfectas para producirse lluvias torrenciales.
Además, aunque en esta zona de España las temperaturas no son muy largas, sí son intensas t podrían producirse inundaciones a causa de estas grandes nubes que se están generando.