La previsión que hacen los analistas de cara a septiembre es que haya una moderación de la inflación, aunque los precios, que se prevén bastante altos los próximos meses, una cuestión que reabre el debate de si sería conveniente subir los salarios para que las familias puedan hacer frente a la cesta de la compra.
Por su parte, la patronal se niega rotundamente porque dice que atenta contra las empresas, pero ya hay algunos supermercados que están sentando un precedente, como es el caso de Lidl o Mercadona que han comunicado a sus trabajadores una subida de sueldo de entre el 6,5% y el 7%, presionando así al sector del comercio para que haya una ola de negociaciones de convenios colectivos.
"Lo que estamos viendo en estos momentos como en el caso de Mercadona es, simplemente, la aplicación de su convenio colectivo que se ajusta, por ejemplo, al IPC del mes de diciembre", ha contado Arturo Criado, subdirector de 'El Español-Invertia'.