El sector textil vive un episodio de crisis a causa del alza de los precios. Las familias españolas tienen menos poder adquisitivo y destinan sus ingresos a la alimentación y otros gastos de primera necesidad.
En ropa y calzado, gastamos un 16,2% menos y la mitad respecto a los años anteriores a la pandemia. Esto influye a las tiendas de ropa y accesorios: unas 17.000 han tenido que cerrar sus puertas desde 2020. "Tenemos menos dinero y también salíamos menos de casa", expresa una madrileña en el programa 120 Minutos.
En la calle Preciados de Madrid, famosa como destino para comprar moda, las clientas lo tienen claro: "Mantenemos todo lo posible la ropa de la temporada anterior y si necesito algo espero a las rebajas".
Ahora, la ropa deja de ser una prioridad para ser un "capricho": "Lo que compras ya son caprichitos y ahora te lo piensas más que antes", declaran. Las familias destinan ahora un 36% de su consumo a gastos relacionados con el hogar.