La inflación se sitúa en el 8,3% en el mes de abril, una décima por debajo de lo esperado según los cambios en los precios de los carburantes y de la luz. En el caso de la inflación subyacente, la que no incluye alimentos frescos ni energía, se desborda al 4,4%, volviendo a máximos de 1995.
Las familias españolas sufren la subida de precios al comprar los productos más básicos y necesarios en el día a día, como los alimentos, cuya inflación sube hasta un 10,3% destacando el aumento del precio de los aceites y las harinas.
¿Cómo se conoce la evolución de los precios?
Es un trabajo realizado por 200 funcionarios del Instituto Nacional de Estadística (INE) que se dedican a recorrer los supermercados y tiendas de las provincias de España y anotar precios de 955 productos.
Así, sabemos que el pan está un 10% más caro, los cereales y la leche suben más de un 13%, los huevos un 21% más y el aceite de oliva se encarece un 42%.
Los 200 trabajadores rellenan un cuestionario una vez al mes, visitando siempre los mismos establecimientos comerciales y estos datos se suman a los que recaba el INE de otras empresas. Con ello, se elabora el Índice de Precios al Consumo (IPC), que marca la inflación del país.
Además de alimentos, registran los precios de transportes, alojamientos, ropa, calzado y otros productos y servicios como parafarmacia, cuidado del hogar, peluquerías, servicios profesionales o artículos para mascotas.