Margallo, sobre el desplante de México a Felipe VI: "Alguien no está haciendo su trabajo"
- Claudia Sheinbaum no invita a Felipe VI a su toma de posesión por no responder a una carta donde se le pedía disculparse por la Conquista
Polémica en España por la no invitación de México al rey Felipe VI a la toma de posesión de la nueva presidenta Claudia Sheinbaum que tendrá lugar el próximo 1 de octubre, y a la que sí que acudirán parte de los socios del Gobierno como Sumar, Podemos, Bildu o BNG, una asistencia muy criticada por José Manuel García-Margallo, exministro de Asuntos Exteriores: “Sus socios van porque son enemigos de España, esa es la única razón”.
España no acudirá a la toma de posesión presidencial en México ante la inaceptable exclusión del Rey
“Si comparo reacciones, me pareció mucho más enérgica la reacción que tuvieron por las declaraciones de Milei contra la mujer del presidente del Gobierno que las que se están teniendo ahora cuando el ofendido es el rey de España”, ha añadido Margallo.
La tensión con México está presente prácticamente desde el inicio del mandato del hoy saliente Andrés Manuel López-Obrador a raíz de una carta que remite al rey de España tres meses después de subir al poder, concretamente el 1 de marzo de 2019, donde se le pide al monarca que pida perdón por lo que considera "atrocidades" cometidas por los españoles entre los siglos XVI y XIX. En este escrito, planteaba, incluso, una ceremonia conjunta de desagravio. Por su parte, la diplomacia española nunca compró ese relato y eso marcó un cisma.
“Yo creo que estamos a punto de quebrar las relaciones que teníamos con todos los países de Hispanoamérica que habían fructificado en las cumbres iberoamericanas que se iban celebrando desde 1991 y que, si esto sigue así, van a ser también un recuerdo para la historia”, ha matizado el exministro.
"Esto lleva bastantes años y era algo que desde el Ministerio de Asuntos Exteriores se podía haber ido encauzando"
Margallo apela a que España haga una “defensa de la imagen, de la reputación del país, lo que nosotros llamábamos la ‘marca España’" porque, señala “hay que tener un elemento que permita poner en valor los méritos, las excelencias y las relaciones que hemos tenido con estos pueblos”.
“Alguien no está haciendo su trabajo porque esto lleva bastantes años y era algo que desde el Ministerio de Asuntos Exteriores se podía haber ido encauzando”, ha concluido el expolítico.
